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Negre pide al Gobierno central que se integre en la Fira para superar el colapso institucional

La oferta choca con el interés de la Generalitat, que tiene la competencia sobre ferias

Antoni Negre, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Barcelona y, como tal, máximo rector de la Fira de Barcelona, invitó ayer al Gobierno central a designar un representante "para que se siente en los órganos de administración" de la Fira. Esta sorprendente petición fue formulada personalmente por Negre al vicepresidente segundo y ministro de Economía en funciones, Rodrigo Rato, ayer en S'Agaró (Baix Empordà). Negre argumentó esta propuesta en la necesidad de que la Fira de Barcelona deje de perder oportunidades ante Ifema, la feria de Madrid, y para sacar a la institución catalana del estado de estancamiento político que la inmoviliza.

Antoni Negre utilizó su condición de copatrocinador de las Jornadas Económicas de S'Agaró para destapar el tarro de las esencias. Tras alabar la actitud del Gobierno presidido por José María Aznar por su trabajo en pos de la liberalización y después de criticar a la Administración francesa por defender un sector público fuerte como seña de identidad del modelo europeo, Negre se entregó al poder del Gobierno central y pidió a Rato que alguno de sus representantes se integre en los órganos directivos de la Fira de Barcelona.Al finalizar el encuentro económico, algunos periodistas, incrédulos, solicitaron a Negre que se ratificara en la propuesta, lo cual hizo sin mayores empachos. Negre recordó que la Fira de Barcelona "está a punto de perder muchas cosas", en velada referencia a la pujanza de Ifema, la institución ferial de Madrid, fuertemente financiada por Caja de Madrid y por la Administración autonómica.Recientemente, Negre fue impelido por varios miembros de la Cámara de Comercio para que tratara de sacar a la Fira de "su actual inmovilismo".

Pérdida de peso

En el reciente pleno de la cámara, varios miembros del consejo se quejaron de que Negre no hubiera conseguido soluciones en el enfrentamiento institucional entre el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat, que ha supuesto una notable pérdida de peso específico para Fira de Barcelona en favor de Ifema y ha llegado a amenazar su futuro.

La sugerencia de Negre comportaría que el Ejecutivo central pudiera dirigir alguna inversión de los innumerables organismos estimuladores del comercio exterior que dependen del Ministerio de Economía y que se incorporasen a los órganos de la Fira para desbloquear el atávico enfrentamiento entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona.

La petición de Negre -sobre la que Rato no se pronunció- tiene un especial significado, ya que la Generalitat tiene plenas competencias en la materia de ferias y precisamente el alcalde de Barcelona, el socialista Joan Clos, trata de conseguir un acuerdo con la Generalitat para que se integre definitivamente en la Fira de Barcelona e invierta en ella.

La Administración autonómica pone como condición que el alcalde Clos renuncie al voto de calidad en el consejo ferial, repartir en tres partes exactas el capital de la Fira y que éstas pasen a manos de la Generalitat, el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio.

Ayer, Negre, interpelado específicamente sobre la reacción de la Generalitat ante su petición y el previsible enojo de la Administración catalana, se encogió de hombros e incluso llegó a insinuar que la actitud del Ejecutivo autónomo respecto de la Fira bien pudiera ser causa de que algún consejero acabara perdiendo su cargo.

Posturas enfrentadas

El Consejo General de la Fira está formado a partes iguales por representantes del Ayuntamiento y de la Cámara de Comercio, con voto de calidad para el alcalde. Ese reparto se corresponde con el actual modelo de participación, en el que el consistorio tiene el 80% del capital y la Cámara el 20% restante. La Generalitat mantiene un representante con voz, pero sin voto.

La Generalitat y el Ayuntamiento han mantenido posturas históricamente enfrentadas respecto a la ampliación de la Fira. Así, mientras que el consejero de Industria, Comercio y Turismo, Antoni Subirà, era partidario de la ampliación de la institución en el polígono Mas Blau de El Prat de Llobregat, fue el voto de calidad del entonces alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, el que llevó la ampliación al polígono Pedrosa de L'Hospitalet. Desde aquel momento, la Generalitat dio la espalda a la Fira.

Por su parte, la cámara trata de hacerse con el control de los órganos de decisión de la Fira de Barcelona. De ahí que defienda la equidad entre las dos instituciones, lo que en la práctica dejaría las decisisones en sus manos.

La sorprendente propuesta de Negre se produjo en un parlamento introductorio a una conferencia de Rodrigo Rato en las Jornadas de Economía de S'Agaró.

Pere Duran

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