_
_
_
_
_

Una mujer de carácter que ha dulcificado su imagen

Luisa Fernanda Rudi nació en Sevilla hace 49 años pero vive desde los tres en Zaragoza. Profesora mercantil, censora Jurada de Cuentas y diputada desde 1986, Rudi sólo abandonó el Congreso cuando en 1995 fue elegida alcaldesa de Zaragoza al ganar su partido las municipales en el que había sido un feudo socialista desde la transición. Antes había sido candidata a diputada en 1982 por Alianza Popular, secretaria tercera de la mesa del Congreso y miembro de la Comisión Mixta para las relaciones con el Tribunal de Cuentas. Rudi se forjó una imagen de mujer dura e implacable cuando, en la quinta legislatura, fue la portavoz de su partido en el escándalo que salpicó al entonces gobernador del Banco de España, Mariano Rubio. Cuando José María Aznar le pidió en 1995 que encabezase la lista municipal de la quinta ciudad de España, la primera mujer que presidirá el Congreso de España no ocultó que asumía esa tarea a regañadientes, por sentido del deber y lealtad al presidente. No esperaba la mayoría absoluta que obtuvo. Se dedicó a poner orden en las cuentas municipales y no tuvo ninguna cinta que cortar en las pasadas municipales. Había aplicado a rajatabla su lema "hay que hacer los cimientos antes que embellecer la casa". La imagen más cercana de aquellos primeros meses como alcaldesa fue su boda en enero de 1996 con el empresario José Sobrino, con Aznar como padrino. Ella insistía en que no es una mujer distante: "Es que soy miope y alta, por eso parezco altiva".

Más información
Aznar designa a Rudi presidenta del Congreso y compensa a Trillo con un ministerio
Luisa Fernanda Rudi será presidenta del Congreso y Trillo tendrá un ministerio

Pero a Rudi siempre se la ha visto en Madrid. Y ahora precisamente, cuando encaraba más relajada su segundo mandato como alcaldesa, (aunque no logró revalidad la mayoría absoluta), ahora que su imagen distante se había dulcificado y bajaba a la arena de la cercanía a la gente, Rudi abandona la ciudad. Alguien ya avisó de que podía marchar cuando volvió a encabezar la lista del PP al Congreso por Zaragoza y ganó en todos los barrios, lo que le provocó una indisimulada satisfacción. Pero ella negó una y otra vez que tuviese noticia de que había "algo reservado" para ella. Insistía en que su puesto estaba en Zaragoza. Pero se marcha. Ahora la pregunta es si habrá dejado atada su sucesión. Nunca ha tenido aspiraciones dentro del partido, que queda sin cabeza visible en la ciudad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_