Los científicos despedidos del Oncológico consideran injustificada su expulsión
Los investigadores y otros trabajadores del Instituto de Investigación Oncológica (IRO) de Barcelona, dependiente de Sanidad y del hospital de Sant Pau, expresaron ayer su disconformidad con la decisión de la nueva dirección del centro de despedir a 8 de los 14 investigadores del área oncológica y suspender también sus líneas de investigación.
Los científicos, que aseguran que se les ha comunicado el despido de manera no oficial, consideran que el hecho de que el IRO arrastre un déficit de 100 millones no es razón para despedirles. Añadieron que con estos despidos se van a perder importantes líneas de investigación sobre leucemias y linfomas, cáncer de próstata o de mama, metástasis de tumores o desarrollo de vacunas antitumorales. Según ellos, son los propios investigadores quienes consiguen la financiación para sus proyectos, a partir de concursos del Ministerio de Educación y de Sanidad o aportaciones como la de la Marató de TV-3. El IRO sólo les paga el sueldo, lo cual supone una tercera parte del presupuesto total. En caso de despido, toda la infraestructura creada con los fondos que ellos han aportado se quedará en el IRO, y se tendrá que devolver el monto correspondiente a la parte del proyecto que no se haya realizado.El director del IRO, Josep Maria Borràs, aseguró que "no se va a despedir a nadie" y restó importancia al conflicto, que consideró "sobredimensionado". Los trabajadores, por el contrario, insistieron en que se les había comunicado el despido.
Borràs explicó que la existencia de un déficit en el IRO llevó a encargar una auditoría externa cuya conclusión ha sido que algunas investigaciones son "productivas a escala internacional" y otras no son tan "exitosas", según Borràs. Por ello, el director pretende "reorganizar el centro a partir de criterios científicos y no económicos" y dar prioridad a algunas líneas de investigación".
