Joan Font dirige una versión actual de los entremeses de Cervantes El responsable de Comediants añade magia a las piezas teatrales
Magia, engaños, habladurías, elecciones, celos, hipocresías, enlazados por la crítica social y política son algunos de los ingredientes que se anuncian en Las maravillas de Cervantes, cinco entremeses que la Compañía Nacional de Teatro Clásico, como inicio de temporada, ha dejado a cargo de Joan Font, director de Comediants, y que se representará del 25 de marzo al 23 de abril en el Teatro de la Comedia.
Para el director catalán, de 50 años y con casi tres décadas al frente de Comediants, la tarea de recrear el universo cervantino ha representado todo un riesgo y una aventura. Pero Joan Font, que se define a sí mismo como "vitalista por naturaleza", ha asumido el riesgo y se ha jugado de nuevo la vida para montar Las maravillas de Cervantes, un espectáculo "lleno de ingenio, poesía" . "Me he arrojado de cabeza a la aventura sin pensar demasiado hacia dónde me transportaría", afirma Font. Los habladores, La cueva de Salamanca, La elección de los alcaldes de Dazango, El viejo celoso y El retablo de las maravillas son los cinco entremeces que se integran en un solo espacio escénico para crear un único espectáculo. En este espacio, según Font, "a modo de caja de Pandora, van apareciendo los diversos paisajes y las sucesivas propuestas dramáticas". Los habladores, que sirve a modo de presentación y de hilo conductor, y una fiesta, representada al final de cada entremés, son otros de los recursos que utiliza el director para dar unidad a esta puesta en escena.
Magia y cotidianidad
Para Font, que agradeció "el atrevimiento de la dirección de la Compañía Nacional de Teatro Clásico por llamarme para dirigir este espectáculo", porque sumergirse en un autor de la categoría de Cervantes "es un lujo", los entremeses, cuya dramaturgia está firmada por él y Luisa Hurtado, representan "un viaje interior a un mundo fantástico, donde el placer por el juego, la vida y la fiesta nos transporta a un lugar donde lo lúdico es lo cotidiano y no lo extraordinario en nuestras vidas".
Según el director de escena, estas obras, que inevitablemente están impregnadas de la estética de Comediants, "no hablan de reyes, sino del ser humano, de lo falso, de la impotencia, del engaño, que son temas universales".
El catedrático de literatura y nuevo director de la compañía, Andrés Amorós, quien estuvo en la presentación del estreno, afirmó que con esta puesta en escena el grupo teatral ha querido "abrirse a la sociedad" y mostrar un teatro vivo y de "estética plural", alejado de "cualquier tentación arqueológica". En opinión de Amorós, esto pasa por no limitarse al montaje de obras de los siglos XVI y XVII, sino abarcar "desde la Edad Media al teatro del XIX".
A juicio de Font, este espectáculo, "que es un montaje visto desde un prisma muy actual", tiene la intención de que el espectador, además de redescubrir a Cervantes, sea capaz de descubrir historias que "le hagan evolucionar y ser más libres".
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