El 'chantaje' del Gobierno a ELA se reduce a una minuta de 411 millones
Un total de 411 millones de pesetas han sido el desencadenante de la campaña de acusaciones del secretario general de ELA, José Elorrieta, contra el Gobierno vasco. El sindicato mayoritario debe hacer frente a esa cantidad por costas judiciales, tras haber perdido un caso. Los sindicatos de la Administración recurrieron la ley de Presupuestos de 1994 en la que el Gobierno anuló, por austeridad, el acuerdo sobre salarios alcanzado meses antes. El Tribunal Superior vasco dio la razón al Ejecutivo y ELA recurrió en solitario al Supremo, que volvió a fallar en su contra, condenándole a pagar las costas. Dado que el sindicato cuantificó el coste de su reclamación en diez mil millones, la minuta pasada por el letrado del Gobierno, aplicando la tarifa mínima, es de 411 millones. ELA lo interpreta como un "castigo o venganza" por haber pleiteado.
ELA busca recuperar su perfil sindical tras el debilitamiento de Lizarra
Pero esta abultada minuta, autorizada por el Consejo de Gobierno, es sólo el detonante de una crisis más profunda que se arrastra desde la firma del convenio colectivo de 1999 en la Administración, que rompió el idilio de ELA con el Gobierno. El acuerdo se firmó solamente con CC OO y LAB, al no haber acuerdo con la central mayoritaria en la Administración, ELA.Fuentes sindicales consideran que ELA, además, quiere recuperar el tono sindical perdido. Tras el atasco de la apuesta por Lizarra y el enfriamiento de su unidad de acción con LAB, la central de Elorrieta ha volcado su fuerza a la actuación sindical. El perfil bajo de su unidad de acción con LAB se ha puesto de manifiesto en grandes convenios, como el de Sidenor, o en la manifestación de delegados realizada el pasado viernes en Bilbao, un acto al que LAB no fue invitado.
Ayer la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, terció en el conflicto y aseguró, ante las críticas de José Elorrieta al Ejecutivo de violar la libertad sindical: "Si por algo se ha caracterizado el Gobierno ha sido por tener una vía de dialogo permanente e intensa con los sindicatos". Para respaldar esta afirmación, recordó que por vez primera, el pasado año se cerró el convenio colectivo para el 2000 el mismo día en que se aprobaron las Cuentas vascas, con el objetivo de introducir elementos del convenio en el texto articulado de la Ley de Presupuestos.
Acusación sin explicación
En todo caso, Zenarruzabeitia indicó que "cuando alguien acusa debe explicar porqué". La vicelehendakari dijo que, de no explicarse, se puede pensar "que hay pecado, y que en el pecado va la penitencia". El secretario general de la central, en Radio Euskadi, volvió a acusar ayer al Ejecutivo de usar el "chantaje" y de atentar contra la libertad sindical, pero se negó a dar detalles.
"Creo que el Gobierno tiene que tomar nota y hacer una reflexión, porque hay cosas que no puede hacer. Creo que es un chantaje que bordea la libertad sindical y que no ha hecho ningún gobierno del Estado ni ningún gobierno vasco", declaró Elorrieta. El dirigente de la central nacionalista aseguró que este asunto supera la dimensión del Departamento de Trabajo y afecta "al propio lehendakari, independientemente de que la decisión la adopte otro representante de su Gobierno". Elorrieta reiteró que está "muy enfadado" por la actitud "chantajista" del Gobierno.
Por la tarde, el responsable de Comunicación del sindicato, Germán Kortabarría, precisó que las acusaciones de "chantaje" se basan en la minuta millonaria pasada por las costas judiciales. Las críticas de Elorrieta se hicieron r extensivas a los empresarios, a los que acusó de "vanagloriarse" de hacer batir "récords de beneficios", mientras las "negativas condiciones de contratación" son cada vez una realidad mayor. "Estamos muy enfadados y creo que con todo el derecho a estarlo", enfatizó el dirigente sindical.
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