El legado de un vascófilo alemán
La figura de Gerhard Bähr, un vascófilo alemán nacido en Legazpia, donde su padre pasó una temporada trabajando como ingeniero, no pasará desapercibida este año, el centenario de su nacimiento. Una pequeña exposición itinerante que se inauguró ayer en el centro cultural Koldo Mitxelena de San Sebastián, diversas conferencias, charlas, publicaciones y espectáculos salpican la agenda cultural vasca para recordar la obra de un hombre que dejó a su muerte (1945) como legado importantes trabajos en torno al euskera.Gerhard Bähr, químico de formación, dedicó buena parte de su vida a estudiar esa lengua. Refutó la teoría de estudiosos como Schuchardt que sostenían que el euskera y el íbero tenían el mismo origen. Escribió un diccionario etimológico, realizó estudios comparativos entre el euskera y otras lenguas de Europa y tradujo un buen número de investigaciones sobre esta misma temática.
Hay quien destaca que sus méritos son aún mayores si cabe porque fue euskaldunberri. Se formó en Alemania, aunque siempre tuvo un pie en Legazpia. En una ocasión escribió: "En cualquier época sigo de cerca todas las cosas de Euskal Herria, sobre todo el amado euskera". Su vida estuvo muy ligada a la Academia de la Lengua Vasca. De hecho, tal y como recordó ayer el euskaltzaina José Luis Lizundia, fue uno de los protegidos del entonces presidente de Euskaltzaindia, Resurrección María de Azkue, aunque nunca ingresó como académico de número por la Primera Guerra Mundial. Bajo su supervisión, tradujo los trabajos de Schuchardt y a su regreso a Euskadi, en 1923, investigó los verbos vascos.
Su obra tuvo un eco considerable entre los lingüistas de la época, pero apenas llegó a los profanos. Las instituciones vieron así en el centenario de su nacimiento el momento de difundir su vida y sus aportaciones. El empeño ha mantenido ocupados a los miembros de la comisión de Legazpia durante dos años. Han diseñado un programa que arrancó ayer con la inauguración de una exposición en el Koldo Mitxelena. Una pequeña biografía, fotografías de principios de siglo y portadas de estudios apelan a la curiosidad del visitante, que descubre en cada panel un poco más sobre los trabajos de Bähr.
Esta muestra, que se exhibirá en Legazpia, Bilbao, Vitoria y Pamplona, prologa un buen número de iniciativas que ahondan en su figura. Las instituciones (Ayuntamiento de Legazpia, Diputación de Guipúzcoa, Gobierno vasco y Euskaltzaindia), han propiciado varias publicaciones sobre este vascófilo, entre ellas, una edición crítica de la correspondencia con Resurrección María de Azkue y un nuevo capítulo de la serie Bidegileak. Un concierto del Orfeón Donostiarra el 27 de mayo en Legazpia y varias conferencias como la que pronunciará el 3 de abril el parlamentario y escritor Joseba Arregi en el Koldo Mitxelena completan los actos del centenario, que tendrá su broche de oro en un homenaje oficial el 6 de mayo.
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