Orihuela: una historia, dos campus La afluencia de universitarios de fuera hace que "la marcha nocturna hable valenciano"

La ciudad de Orihuela disfrutó de una boyante Universidad de Santo Domingo entre los siglos XVI (1568) al XIX. En 1824, sin embargo, desapareció y con ella la fama y el movimiento económico que rodea a un servicio docente aún prestigioso, pero no tanto como en aquellos tiempos en que la oferta era considerablemente más escasa y elitista. Ha sido en el último cuarto del siglo XX cuando la capital de La Vega Baja ha comenzado a recuperar aquella gloria perdida, y lo ha hecho poco a poco. Ahora se consolida el objetivo y se divisa un estirón sin precedentes. La historia reciente nos muestra cómo a partir de una Escuela Universitaria creada en los años setenta se fueron implantando carreras de rama agraria. En estos últimos años han llegado varias nuevas titulaciones, sumando ya un total de ocho, se ha creado un nuevo campus urbano, Las Salesas, para llevar el fenómeno universitario a la propia ciudad, e incluso se ha iniciado una carrera en Santo Domingo.

Con el tiempo, la incipiente Escuela Universitaria de los setenta, discreta y modestamente desarrollada a tres kilómetros de la ciudad, en la pedanía de Desamparados, se ha convertido en un amplísimo campus moderno y con solera. Ahora la novedad, materializada este curso, está en implantar otro campus y otros proyectos universitarios en la propia ciudad.

En el nuevo campus urbano de Las Salesas se impartirán las titulaciones de Administración y Dirección de Empresas, y Ciencias Políticas y de la Administración. Si los universitarios desembarcan masivamente en el casco histórico de Orihuela, éste se revitalizará. El aliciente estudiantil, unido a inversiones urbanísticas de mejora urbana, hará que deje de sufrir, como otros centros históricos, la decadencia que se asentaba en las últimas décadas.

De momento la Universidad Miguel Hernández (UMH), con su nuevo campus de Las Salesas, y la Universidad de Alicante (UA), con un aula delegada de Turismo en Santo Domingo, han impulsado esta reimplantación universitaria en la ciudad.

El campus de Desamparados está situado en plena huerta de Orihuela, cuenta con 2.400 alumnos, y fue creado hace casi 30 años como Escuela Técnica Agraria. Pasó a ser Escuela Politécnica Superior en 1995 y formaba parte de la Universidad Politécnica de Valencia. Con la creación de la Universidad Miguel Hernández, en 1997 pasó a depender de ésta. Imparte básicamente titulaciones de tecnologías agroalimentarias como son Ingeniería Agrónoma, de cinco cursos de duración, ingenierías técnicas agrícolas de tres cursos de duración y la especialidad en Explotaciones Agropecuarias, Hortofruticultura y Jardinería e Industrias Agrarias Alimentarias. Cuenta, asimismo, con dos especialidades de segundo ciclo, en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y en Enología.

La titulación de Ciencias Políticas y la de Dirección de Empresas se iniciaron este curso en el campus de Desamparados, mientras se construía el recién terminado aulario del campus de Las Salesas, ubicado en el caso urbano y dependiente de la UMH. El Aulario, pendiente de ser ocupado, ha supuesto una inversión de unos 2.000 millones de pesetas y es el primero de cuatro edificios proyectados para este campus urbano, que toma su nombre del monasterio junto al que se ubica. Los otros tres edificios pendientes corresponden a departamentos y a una residencia estudiantil.

Entretanto, la iniciativa privada, a través de una fundación, ha edificado ya un colegio mayor que se pondrá en marcha el próximo curso.

Por otro lado, la Universidad de Alicante también está presente en Orihuela, ubicada en el monumental edificio de Santo Domingo, sede de la antigua universidad oriolana. Aquí se imparte la diplomatura de Turismo mediante un aula delegada de la facultad alicantina, y merced a un acuerdo entre la Iglesia y la Universidad de Alicante, con el que se persigue que Santo Domingo recupere así su reputada tradición universitaria.

La antigua Universidad de Orihuela que hasta 1824 fue Santo Domingo hace de este pétreo inmueble -engalanado por barrocos elementos arquitectónicos de selecta factura- todo un símbolo histórico de la perseguida revitalización universitario en la ciudad. Fue creada en 1568 por un privilegio del papa Pío V, y contaba con análogas enseñanzas que las universidades de Salamanca y Alcalá, comenzando a impartir clases de Filosofia y Artes. En 1611 se incorporarían las enseñanzas de Leyes y Medicina hasta su clausura, que se produjo en el año 1824.

Tras más de un siglo de travesía por el desierto, Orihuela ha vuelto a ser universitaria y ahora vive los prolegómenos de un ambicioso proyecto que pretende, con los medios modernos, recuperar el antiguo prestigio de sus cátedras distribuyendo estudiantes entre los muchos monumentos de su centro histórico.

El crecimiento universitario de la capital de la Vega Baja comienza a ser patente en todos los ámbitos de la ciudad. Los jóvenes estudiantes, llegados principalmente de Valencia y otras ciudades de la Comunidad Valenciana, así como de la vecina Comunidad de Murcia, invaden lugares lúdicos y de esparcimiento, como también los culturales. Generan así una influencia cultural, social y económica que resulta más patente en una ciudad tradicionalmente encerrada en sí misma.

Una muestra significativa de ese cambio que está experimentando Orihuela se revela incluso en la lengua, por la presencia masiva de estudiantes que se comunican entre sí en valenciano, sobre todo en lugares lúdicos de bares nocturnos, muy frecuentados por estos estudiantes. Una frase ya popular en la ciudad dice que "la marcha nocturna de Orihuela habla en valenciano".

Otro aspecto del auge cultural se manifiesta en la gran asistencia a los dos cines que cuenta la ciudad: mientras que hace unos años sólo funcionaba uno y en gran decadencia, la contribución de los estudiantes ha servido para consolidar y aumentar la oferta de cines.

Toda esta aportación estudiantil en los aspectos social y económico no se ve compensada por parte de organismos públicos y municipales, para facilitar su estancia en la ciudad. Los universitarios se quejan de la escasa y a la vez cara oferta de viviendas de alquiler que tiene Orihuela, dominada por una gran especulación al alza. Creen que éste es un capítulo de la vida universitaria que se debería regular, al objeto de proporcionarles más calidad y precios más asequibles.