Embestida

El pasado jueves 9 de marzo asistí a una manifestación de estudiantes en Madrid cuya finalidad era mostrar nuestro desacuerdo ante la posible futura privatización de las universidades públicas. Como bien dice este periódico, "la manifestación discurrió sin problemas hasta llegar a la Puerta del Sol".Una vez ahí, las cosas cambiaron. Empezaron a llegar antidisturbios por los cuatro costados de la plaza, y un sector minoritario de los manifestantes se puso nervioso. Yo, que estaba en medio, veía cómo por delante la gente empezaba a correr, no comprendía nada y ni me podía imaginar que se tratase de una carga policial. No quedándose contentos con esa primera embestida, también cargaron por el centro de la plaza, donde obviamente se encontraba la gente pacifista (y acojonada), como yo. Me acuerdo que en ese momento me quedé paralizado viendo cómo aporreaban, a mi izquierda, a una chica de unos veinte años que estaba sentada y cómo, a mi derecha, hacían otro tanto con otra que simplemente estaba quieta y parada. Me acuerdo también cómo, estando inmóvil y en la acera, recibí (primero uno, luego otro, luego otro y finalmente otro) cuatro porrazos por la espalda y las costillas, experiencia que no recomiendo a nadie.

Al día siguiente decía su periódico: "Decenas de antidisturbios lanzaron una carga. El enfrentamiento acabó con dos agentes y un manifestante heridos leves".

Hice unos cálculos por la tarde, y si dividimos la Puerta del Sol en cuatro cuadrantes, y teniendo en cuenta que yo vi en el mío tres agresiones violentas más una que no vi, multiplicando llegamos a la módica cifra de 16 agresiones violentas, de entre las cuales os aseguro se encuentra más de un herido leve.

Me resulta también paradójico que, tras un año y medio viviendo en Madrid, la primera vez que veo a alguien recibiendo una paliza sea a manos de un policía. Y finalmente, ¿qué habría pasado si la manifestación no hubiese sido a cuatro días de las elecciones?

Con sinceridad y dolor (sobre todo en la espalda).-