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La oposición iraní duda de la apertura de Jatamí

"No existe ningún proyecto reformador en Irán merecedor de tal nombre, sino una lucha fraticida entre tendencias del mismo régimen. La resistencia armada en Irán va a intensificarse y ampliarse", pronosticó ayer en París Saleh Radjavi, representante del denominado Consejo Nacional de la Resistencia (CNR) iraní y hermano de Massoud Radjavi, el jefe de los Muyahidines (luchadores) del Pueblo. El ataque con morteros llevado a cabo el pasado lunes contra el cuartel general de los Pasdaran (Guardianes de la Revolución), que hirió a cuatro familiares de los soldados, es, a su juicio, una prueba más de la creciente capacidad de la resistencia armada iraní que ha multiplicando sus acciones en los últimos meses. "A nadie se le oculta que aproximarse a un complejo militar tan vigilado como ése requiere el apoyo de la población y las complicidades de gentes que se encuentran dentro del sistema", indicó Radjavi.Cardiólogo de profesión, Saleh Radjavi es el representante para Francia y Suiza del CNR iraní, una suerte de parlamento en el exilio dirigido por los Muyahidines. Su hermano mayor falleció en 1990 en Ginebra, en un atentado atribuido a los servicios del régimen iraní. A su juicio, los medios de comunicación europeos han exagerado la trascendencia de las pasadas elecciones legislativas del 18 de febrero en Irán y las posibilidades reales de que el régimen se reforme a sí mismo. "La participación electoral ha sido engordada para dar credibilidad al régimen de los mollahs y a la pretendida reforma del presidente Mohamed Jatamí, pero la realidad", sostiene, "es que esa participación no ha ido más allá del 17%".

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Alcance de las elecciones

Saleh Radjavi relativiza el alcance de las elecciones y las posibilidades reales de reforma, subrayando que los candidatos electorales han sido previamente seleccionados por el Consejo de Guardianes de la Revolución y que el Parlamento iraní sólo tiene carácter consultivo. "No hay democracia posible en tal sistema, aunque los reformadores copen el Parlamento". En su opinión, el único cambio notable es que "la guerra de clanes" interna entre "reformadores" y "conservadores" ha pasado últimamente a hacerse cruenta.

Opina que el reciente atentado contra Said Hayarián, dirigente reformista y colaborador de Jatamí, es la continuación de los asesinatos de intelectuales y otros opositores, la llamada "masacre terapéutica" que practican las facciones más duras del régimen.

El representante del CNR iráni destaca, por otra parte, que Jatamí ha aprobado y aprueba los castigos y torturas bárbaras: vaciado de ojos, corte de manos, lapidaciones de mujeres, establecidos en el Qisas (la ley del talión), incorporada al Código Penal iraní.

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