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2.580 horas de patrulla en l'Albufera

Un cohete disparado por el vecino de una torre de apartamentos junto al hotel Sidi originó ayer a mediodía un incendio que calcinó 1,5 hectáreas en la pinada de El Saler. "Las llamas de los árboles llegaban hasta la altura del noveno piso y la gente arrojaba cubos de agua desde el balcón del décimo; los bomberos han tenido muchas dificultades para sofocar el fuego", relataba un testigo presencial. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil registraron el apartamento e interrogaron durante varias horas al principal sospechoso, de 35 años.El incendio de ayer es el séptimo que ha investigado la patrulla del Seprona destinada en el Parc Natural de l'Albufera durante su primer año de trabajo en una de las zonas acuáticas más importantes de Europa. Al cumplirse su primer aniversario, los guardaespaldas del parque han elaborado un informe sobre su actuación que permite cuantificar, por primera vez, las agresiones medioambientales sufridas por este paraje.

A lo largo de los 66.200 kilómetros recorridos en las 2.580 horas de patrulla por el parque con un todoterreno y cuatro motocicleta, los agentes han realizado 110 denuncias por arrojar residuos sólidos, como escombros, muebles o electrodomésticos. Este tipo de hábitos ha dado lugar a más de una veintena de vertederos incontrolados en el parque natural. Las gestiones del Seprona, que ha informado a los ayuntamientos afectados, han permitido reducir a una decena los basureros ilegales de l'Albufera. "El problema es que cuando logras que se limpie uno se forma otro en un punto distinto", lamentan los agentes.

Su principal labor durante este año ha sido proteger los ullals que abastecen el lago de agua limpia de los vertidos contaminantes que reciben a través de las acequias de las centenares de fábricas de L'Horta Sud, la mayor concentración industrial de la Comunidad Valenciana. La patrulla ha investigado 35 casos de vertidos industriales. "En algunos puntos del parque", afirman, "hay una concentración de cromo superior a la de muchas minas".

En cuanto observan una coloración o un olor extraño en las acequias toman muestras y buscan su procedencia. Una tarea difícil porque la mayoría de vertidos son productos comunes como pinturas o aceites, usados por numerosas industrias y particulares. Pese a todo, aseguran que con la creación de la nueva red de colectores se han reducido en un 20% los vertidos industriales.

La patrulla también ha contabilizado este año 28 casos de residuos tóxicos y peligrosos, por los que ha impuesto ocho denuncias. La mayoría son bidones abandonados en los términos de Catarroja y Massanassa. Los agentes reconocen que el cierre del vertedero de Real de Montroi ha propiciado la dispersión de estos vertidos altamente contaminantes.

Su misión también consiste en navegar por el lago para sorprender a los cazadores furtivos. Pese a que han decomisado 66 artes de caza y pesca prohibidas, reconocen que muchos furtivos se las ingenian para huir por el laberinto de sendas, entre cañaverales y acequias, que conocen como el salón de su casa.

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