Los nacionalistas se niegan a aplazar el cierre del colegio Santa María de Vitoria

La suerte en el conflicto del colegio Santa María de Vitoria ya está echada. Se resolvió ayer en la Comisión de Educación del Parlamento vasco, donde los partidos nacionalistas (PNV, EA y EH) rechazaron varias propuestas del resto de los grupos encaminadas a impedir o, al menos, retrasar el cierre del centro y su fusión con el colegio Ramón Bajo. El consejero, Inaxio Oliveri, sostuvo su convicción de que es necesario unificar los dos centros, muy próximos entre sí, por "razones técnicas": porque en total tienen matriculados a 143 alumnos, ofrecen el mismo modelo lingüístico (el A, en castellano) y cuentan con un proyecto educativo similar, con especial atención a su elevado porcentaje de alumnos de origen magrebí.La oposición, sin embargo, observa otras "razones oscuras". Recuerda que el Santa María comparte algunas de sus instalaciones con la ikastola Bambi y teme que en el fondo exista una intención de "dejar libre el camino" para que ésta pueda expandirse. En esta cuestión centró la oposición algunas de sus preguntas, a las que Oliveri respondió con evasivas: "Bambi está ahí. Ya veremos lo que pasa en el futuro".

En medio año

Los no nacionalistas intentaron llegar a un consenso al proponer una medida similar a la planteada por la asociación de padres de alumnos, es decir, retrasar la decision tres años porque creen que las matriculaciones en el Santa María irán en aumento. Los grupos de la oposición llegaron a ceder para pedir que se espere al curso 2001-2002, pero PP, PSE y UA (con el apoyo también de IU) salieron derrotados. El cierre entrará en vigor en medio año.

El debate vivió momentos de acusaciones y silencios elocuentes. El PP y UA insistieron en que Educación busca en realidad "arrinconar" el modelo A. "Su intención es cerrar primero Santa María y luego Ramón Bajo", acusó el popular Iñaki Oyarzábal al consejero. Enriqueta Benito (UA) utilizó palabras más gruesas: "Están actuando al más puro estilo del nazismo, marginando a quienes no piensan en clave nacionalista".

Los socialistas e IU se quejaron de que la fusión de los dos centros supone socavar el modelo de integración que están desarrollando con inmigrantes, y recordaron a Oliveri que "la rentabilidad social está por encima de la rentabilidad económica".

En el lado nacionalista, EH apoyó a Oliveri y apostó por que la integración de los inmigrantes se realice a través del "conocimiento de la cultura vasca". El consejero acusó al Ayuntamiento de Vitoria de "deslealtad institucional" por animar a los padres de los alumnos en sus reivindicaciones, mientras que el PNV guardó un silencio elocuente durante el debate y se limitó a votar a favor de las ideas de Oliveri.