La línea 10 suspenderá su servicio seis meses entre Aluche y Alonso Martínez. Las estaciones serán 30 metros más largas que las actuales para que puedan entrar los nuevos trenes

La línea 10 del metro (Fuencarral-Aluche) funcionará a medio gas a partir de junio. El servicio entre Alonso Martínez y Aluche, que utilizan cada día cerca de 50.000 personas, será suspendido entre tres y seis meses por las obras que la Comunidad emprenderá para adecuar las actuales estaciones y túneles al paso de los nuevos trenes de la serie 7000, que funcionarán por esta línea. Estos trenes serán fabricados por el consorcio italiano Ansaldo Breda y son medio metro más anchos y 20 centímetros más altos que los que actualmente circulan por la línea, de la serie 2000.Las mayores medidas de las nuevas máquinas obligan a la Consejería de Obras Públicas a alargar ocho de las estaciones entre Aluche y Alonso Martínez y a ensanchar los viejos túneles, cuyo diámetro resulta insuficiente para el paso de los nuevos trenes.

Obras Públicas ha tomado la decisión de introducir los nuevos modelos de la serie 7000 en la línea 10 porque será este corredor el que conectará directamente, a través de la futura estación de Puerta de Batán, con el metrosur, por donde también discurrirán los trenes 7000 para comunicar a cinco grandes localidades donde viven cerca de un millón de habitantes. "No tenía sentido que dos líneas que se conectan y que serán utilizadas por millones de viajeros cada año tengan modelos de vagones diferentes", indicó ayer Luis Eduardo Cortés, consejero de Obras Públicas.

Al concurso de adecuación de las estaciones y los túneles se presentaron 21 empresas. La Consejería adjudicó finalmente los trabajos al consorcio formado por Ferrovial y Agromán-FCC por 10.670 millones.

El consejero de Obras, Luis Eduardo Cortés, manifestó ayer que "los trabajos de adecuación de la línea serán bastante complicados porque cada tramo de los viejos túneles fue construido con técnicas muy diferentes y en tiempos y épocas distintas". El consejero reconoce que cortar la línea ha sido "una decisión difícil, pero se ha tomado para mejorar la comodidad y la capacidad de las actuales estaciones". Sólo por la estación de Aluche, la última parada de la línea 10, pasan anualmente 5,35 millones de viajeros, una cifra que aumentará sensiblemente cuando esta línea conecte con el metrosur, donde vive otro millón más de posibles usuarios.

Diariamente más de 50.000 personas utilizan las nueve estaciones que serán cortadas tras el verano. Las personas que usen la estación de Aluche serán las que menos problemas tengan, ya que podrán utilizar la 5, que también acaba en Aluche, para entrar en Madrid.

La reforma de las estaciones existentes entre Alonso Martínez y Aluche se prolongarán durante dos años.

Los actuales vagones de la serie 2000 tienen una anchura de 2,3 metros y una altura de 3,3 metros, frente a los 2,8 metros de anchura de los nuevos trenes y sus 3,5 metros de altura. Entre los actuales convoyes y las bóvedas de los túneles sólo existe una distancia media de 20 centímetros, aunque esta medida no es constante a lo largo de las galerías del metropolitano. "Hay tramos donde esta distancia es incluso menor", explican los técnicos de la Consejería de Transportes.

Estas separaciones son, por tanto, insuficientes para los nuevos trenes de las serie 7000, que son 20 centímetros más altos. "La única solución es igualar todos las galerías y mantener una distancia homogénea durante el trayecto", señalan los expertos.

Las actuales estaciones tienen una longitud media de 90 metros. Una medida que también resulta insuficiente para los vagones de la serie 7000, que necesitan más de 115 metros de parada. Cortés anunció que las estaciones serán alargadas para que midan entre 115 y 120 metros, salvo la de Príncipe Pío, reformada en 1986.

El consejero señala que esta adecuación de la línea a los nuevos vagones del metro es una "medida ineludible". "La hemos tomado aquí porque conectará directamente con el metrosur, pero también habrá que llevarla a cabo, con el paso del tiempo, en otras líneas. Los usuarios reclaman más comodidad y rapidez en los transportes públicos, y eso no se puede hacer sin un esfuerzo".