La oposición austriaca recoge firmas para pedir elecciones
El grupo de oposición cívica Ofensiva Democrática quiere reunir 900.000 firmas para exigir que se convoque en Austria un referéndum para decidir sobre la convocatoria de elecciones anticipadas y que dimita el actual Gobierno, formado por el Partido Popular (ÖVP) y el Partido Liberal (FPÖ) del ultraderechista Jörg Haider.Según el escritor Doron Rabinovici, la idea es "tomar al pie de la letra" el actual programa de gobierno, en el que consta que deberá convocarse cualquier plebiscito solicitado por más del 15% del electorado. Aunque todavía no se ha formulado una ley para aplicar esta medida y nada garantiza aún la convocatoria de un referéndum sin apoyo de la mayoría parlamentaria, Ofensiva Democrática -la misma plataforma independiente que convocó el pasado 19 de febrero una manifestación en Viena a la que acudieron unas 200.000 personas- pretende aumentar la presión contra el Gobierno, que actualmente se plasma en forma de manifestaciones semanales por las calles de Viena.
La recogida de firmas se efectuará a lo largo de los próximos 12 meses con ayuda de diferentes organizaciones no gubernamentales, y en particular a través de Internet, que es el principal canal de comunicación entre los múltiples movimientos de oposición surgidos tras la llegada al poder del partido de Haider, de la mano de los conservadores.
Voto extremista
"Mientras los extremistas no tengan al menos el 51% de los votos, no hay ninguna razón para pactar con ellos una coalición gubernamental. No discutimos el programa del Gobierno sino que pedimos su dimisión, porque pensamos que el Gobierno es un escándalo", dijo Rabinovici. Según la periodista Isolde Charim, otra portavoz de la campaña de recogida de firmas, el actual Gobierno es el culpable del aislamiento que padece Austria a raíz del rechazo que produce la extrema derecha en los demás miembros de la Unión Europea.
Por otro lado, el presidente del Parlamento austriaco, Heinz Fischer, vicepresidente del Partido Socialdemócrata, quiere contribuir a la distensión internacional. Su propuesta consiste es calmar los temores de los demás países con el establecimiento en Austria de un centro de observación dedicado a evaluar y prevenir fenómenos racistas y xenófobos. Según su opinión, el modelo sería exportable, porque "en todos los Estados miembros de la UE hay que emprender medidas contra la xenofobia y el populismo". Fischer lamentó el fracaso de otra propuesta socialdemócrata destinada a buscar, conjuntamente con los partidos del Gobierno, una salida al boicoteo diplomático de la UE contra Austria.
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