_
_
_
_

Nathan Englander reúne nueve relatos ambientados en el mundo judío

La prestigiosa revista The New Yorker eligió el pasado año a Nathan Englander como uno de los 20 escritores norteamericanos para el siglo XXI. Englander, con sólo 28 años, se pasa la mano por su melena de rastafari y se lo toma con calma cuando se le comenta. "Siempre es mejor el éxito que el fracaso", dice con una sonrisa, "pero ambos pueden ser peligrosos". Es un hecho, sin embargo, que el éxito le ha llegado con los nueve relatos del libro Para el alivio de insoportables impulsos, que ahora publica Lumen en castellano."Mis relatos suelen tratar de la confrontación entre el mundo de la tradición y el mundo moderno", admite. "En este libro me he centrado en ambientes judíos porque es algo que conozco muy bien y quería explorar literariamente, pero yo aspiro a que mi literatura sea universal, sin etiquetas".

Englander nació en Nueva York en el seno de una familia judía y recibió una educación muy religiosa, hasta que se cansó. "Sé de lo que hablo cuando escribo sobre los judíos ortodoxos, porque yo viví en este mundo", afirma, "pero cuando te someten a una educación marcadamente religiosa pueden suceder dos cosas: o sales muy religioso o pasas de la religión. Mi caso es el segundo".

Escritores judíos

En su tercer año de universidad, Englander viajó a Jerusalén y se enamoró de la ciudad. Desde hace cuatro años vive allí, encantado con el ritmo apacible de Israel, con la vida de los cafés, lejos de la euforia crítica que recibió la publicación de su libro en Nueva York, donde ha sido comparado a escritores de la categoría de Isaac Bashevis Singer, Bernard Malamud y Saul Bellow.

"Hay gente mucho peor con quien ser comparado", sonríe, "pero si te fijas todos son judíos. Son excelentes escritores y me gusta que me comparen con ellos, pero me da miedo que me encasillen. Siempre pasa lo mismo. Yo quiero ser universal, pero se empeñan en colocarme en la estantería de escritores judíos".

En las historias de Englander aparecen desde judíos perseguidos en Rusia o en Polonia, hasta un judío ortodoxo enfrentado a una experiencia sexual o un ejecutivo de Nueva York que descubre en un taxi en Park Avenue que se ha reencarnado en él un alma judía. Este último relato ha hecho que se compare a Englander con otro judío irreverente, Woody Allen. "Me encantan sus películas y es un honor que me comparen con él", dice, "pero creo que practicamos un tipo de humor distinto. A él le gusta incluir chistes porque sí, mientras que a mí me interesa explicar una historia más profunda, la del contraste de las leyes de la tradición con la modernidad".

El próximo libro de Nathan Englander, quizás para huir de las etiquetas, no está ambientado en círculos judíos de Nueva York ni en Israel. "He escrito sobre Argentina", dice, "un país donde estuve hace unos diez años y que considero muy interesante".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_