_
_
_
_
_

William Orbit publica un álbum con versiones 'ambient' de la música clásica El productor de Madonna afirma que "el uso de la electrónica debe quedar invisible"

William Orbit es uno de los productores más solicitados de la música electrónica. Este británico de piel transparente y los dientes separados parece tener en sus manos la varita mágica de la vanguardia. Gracias a él Madonna pudo pasarse a la música de baile del siglo XXI con Ray of light, y sus remezclas, como las que ha hecho para el Artista Antes Conocido Como Prince, Sting, Peter Gabriel y Blur, no han hecho más que aumentar su ya nutrida lista de solicitudes. Ahora se atreve a publicar un disco en el que hace remezclas de piezas de Beethoven, Satie, Vivaldi o Gorecki.

Más información
La versión española

Los discos de Orbit se suelen situar en el límite de lo experimental. Pieces in a modern style, un álbum en el que recrea a su manera obras de compositores clásicos como Beethoven, Samuel Barber, John Cage, Eric Satie, Maurice Ravel, Vivaldi, Gorecki y Händel, es su última aventura. Aunque lo cierto es que este disco estuvo listo hace cinco años, pero sólo estuvo un día a la venta. "Tuvimos que retirarlo porque uno de los compositores, Arvo Pärt, se negó a que se publicara mi versión electrónica de su obra", dice. "En el pop no tienes que pedir permiso, si haces una versión, pagas los derechos correspondientes y se acaba el asunto. Parece que en clásica no es así. Fue una decepción, pero el proyecto me interesaba tanto que continué haciendo otras versiones. A mis amigos les gustaba, las pocas copias que había se vendían en el mercado negro y pensé en volver a editarlo. Ha sido una sorpresa la buena acogida que ha tenido, en Gran Bretaña ya es disco de platino".Nuevas perspectivas

"Me encanta hacer arreglos y versiones de las obras de otros compositores", reconoce. "Creo que siempre se puede ofrecer una perspectiva más fresca, la gente se hace inmune a la belleza de ciertas obras y requiere que se la vuelvan a recordar. Es como una obra de teatro. Si no vuelves a representar a Shakespeare se apolilla. Hacer arreglos de piezas musicales es igual, son reinterpretaciones. En el mundo de la música clásica a veces la gente es más reacia a este tipo de versiones. Pero compositores como Gorecki, por ejemplo, se mostraron encantados. Lo que quiero es acentuar la belleza esencial de la obra original. Si no se hicieran interpretaciones radicales de las cosas el arte no se movería, no habría evolución en la música".

"Yo quería hacer un disco ambient, con un tempo pausado, incluso aburrido", continúa. "Soy un productor y puedo utilizar todo tipo de sintetizadores, ordenadores o técnicas, pero no quería eso. De hecho, cuando escuché estas piezas por primera vez, ni siquiera me emocionaron demasiado. Pero después de tres o cuatro escuchas empecé a sentir otras cosas y llegué a apasionarme".

"Es un universo muy distinto al del pop, en donde todo es muy directo. Ese otro poder me interesaba y es lo que yo mismo he tratado de desarrollar en mi interpretación, apegándome a él. Hay quienes han malinterpretado el disco y lo ven como una debilidad o un error, pero mi intención era ésa: yo lo quería ambient, pero sin plantear grandes desafíos. Creo que cuando se hace música deliberadamente provocadora se cae con facilidad en el cliché. Es una postura, más que una posición ante la música", enfatiza. "La música clásica se sostiene en las melodías, son sutiles, pero sobreviven al tiempo. No es necesario, como en el pop, hacer algo que capte la atención. No hice este disco para vender mucho, es uno de los lujos que me doy gracias a éxitos como el de Madonna".

El disco se está vendiendo, y muy bien. Sin embargo, están a punto de retirarlo de las listas de ventas británicas porque algunos piensan que no debería estar en esa categoría. "Es ridículo y arbitrario. Son autores y piezas clásicas, sin duda, y yo sólo hago una interpretación como lo haría cualquier otro músico. No sé cuál es su problema. Quizá temen que le esté quitando el puesto a otros músicos más tradicionales. Pero pienso que no sólo hay una manera de hacer las cosas".

"Pieces in a modern style me tomó mucho tiempo, pero pienso que éste era el momento adecuado. Es como algo orgánico, que se va construyendo sin un plan preconcebido. Lo cierto es que es un disco muy relajado y yo mismo me lo pongo cuando voy demasiado deprisa. Ha sido la forma que he encontrado de bajar el ritmo y sumergirme en una atmósfera que me permita desconectar".

En busca de la voz

Orbit dice que no quiere provocar, pero su reciente versión del American pie para Madonna también ha hecho correr ríos de tinta. "Es también la reinterpretación de un clásico, en este caso del rock. Pero a Don McClean le gustó, y eso me deja tranquilo".

Algunos productores, como William Orbit, y como Carlos Jean, en España, están ayudando a estrellas asentadas del pop a dar el paso a la música electrónica. "Todo es electrónico en la música de hoy", dice el británico. "Instrumentos reales pueden sonar como sintetizadores, y al revés. No hay que quedarse en ello. Cada cantante tiene su propia voz, como la tienen los escritores, y hay que saber sacarla. La electrónica debe ser invisible y sacar lo mejor del artista. Hay que trascender el medio. Me sorprenden estos jóvenes que son capaces de hacerlo. Yo tengo más de cuarenta y no empecé hasta los 23. Siempre quise hacer esto, pero cuando yo era joven la tecnología era demasiado cara. Estuve viviendo como okupa varios años, intentándo cosas distintas, hasta que llegó el momento adecuado y desde entonces no he parado".

Una vez terminado este álbum, Orbit está listo para volver al terreno en el que domina cien por cien. "Me apetece mucho hacer un disco de baile ahora. Lo tengo ya todo en la cabeza, apenas llegue a mi estudio de Los Ángeles me pongo con él", dice.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_