_
_
_
_
_

Un aluvión de críticas cuestiona el programa en Alemania

"Soporífero", "poco ético", "indigno". Éstos son los calificativos más frecuentes de la versión alemana de Big Brother, que la cadena de televisión RTL 2 comenzó a emitir el pasado 1 de marzo, siguiendo el modelo original holandés. Su emisión está resultando tan polémica que se cuestiona su continuidad.Entre los 10 jóvenes seleccionados para vivir su aventura en un local situado en la localidad de Hürth (cerca de Colonia) se ha registrado ya una baja. Despina, una joven de 29 años, se marchó, a los dos días de empezar, alegando que no podía superar la incomodidad. La marcha de Despina resultó inesperada para los organizadores y dio fuerza a las tesis de quienes creen que el programa viola la dignidad humana. Hasta tal punto han arreciado las críticas que los productores han tenido que claudicar ante los organismos de vigilancia de los medios e introducir una modificación.

El lunes pasado, las autoridades responsables de que los contenidos de los órganos de comunicación audiovisuales no sean perjudiciales para la juventud decidieron que el programa podía continuar siempre y cuando los participantes tuvieran la posibilidad de apartarse de las cámaras durante una hora al día en una habitación no vigilada.

La Conferencia Episcopal alemana ha protestado por el programa y son numerosas las instituciones, políticos y personalidades públicas que han exhortado al boicoteo. La Asociación Federal de los Católicos en la Economía y la Administración (KKV) han exhortado a los anunciantes a no anunciarse en la cadena.

Los responsables de los medios audiovisuales alemanes, cuyas competencias son regionales, volverán a reunirse el próximo martes para examinar el transcurso del programa y decidir si puede continuar. Los espectadores, por su parte, decidirán el próximo domingo sobre la eliminación de uno de los nueve jóvenes encerrados para la experiencia.

'Pig Brother'

Los índices de audiencia del programa han sido más bajos de lo que esperaban sus realizadores. Los medios de comunicación alemanes pronostican que el Big Brother se transformará pronto en un "hermanito". La audiencia, que alcanzó los 3,32 millones de personas en el estreno, bajó después a 1,96 millones de personas, para recuperarse algo el pasado martes, cuando fue contemplado por 2,1 millones de espectadores, entre 14 y 49 años, lo que supone una cuota de mercado del 15,7% del grupo en cuestión.

Mientras tanto se incrementan los ejemplos de un nuevo género, incluyendo las propias parodias de Big Brother. A un espectáculo con ratones en la radiotelevisión de Hesse, ha segido otro programa con el título de Pig Brother, cuyos protagonistas son 120 cerdas y tres verracos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_