El proyecto de Urdaibai requerirá habilitar una red de conductos de 20 kilómetros entre Muxika y Bermeo

VIENE DE LA PÁGINA 1 Los principales núcleos urbanos de Urdaibai depositan sus vertidos en la ría que atraviesa la reserva. El problema es más importante se da en la margen izquierda, donde están las localidades más pobladas, como Gernika y Bermeo. En la otra orilla, con municipios de menos residentes, se están instalando depuradoras individuales en zonas concretas.

La ejecución del proyecto de saneamiento de Urdaibai corresponde a la Diputación vizcaína, que aún está elaborando el Plan Director. "Estará para julio. Luego se someterá a exposición pública y calculamos que se aprobará en septiembre. Posteriormente habrá que hacer un acuerdo-marco entre las instituciones para concretar la cooperación técnica y financiera", explica el director de aguas de la Diputación, Manuel Fernández.

El proyecto requerirá la habilitación de una red de conductos de 20 kilómetros de extensión entre los municipios de Muxika y Bermeo, localidad donde se instalará una única estación depuradora. El Gobierno central asumirá la construcción de la planta, mientras que el Gobierno vasco y la Diputación vizcaína financiarán los colectores. En esta red de tuberías será necesaria la construcción de un túnel desde la localidad de Sukarrieta hasta la planta ubicada en el límite de Bermeo con Mundaka.

Manuel Fernández estima que, tras la realización de cada uno de los proyectos, las obras podrían comenzar en marzo de 2002. Esta fecha supondrá el incumplimiento de la directiva comunitaria 91/271, que regula el tratamiento de las aguas residuales urbanas. Esta normativa establece que a lo largo del presente año las localidades con más de 15.000 habitantes deberán contar con depuradoras. Fernández minimiza esta cuestión "porque está ocurriendo en toda Europa. Lo que hay que hacer es que esté encarrilado para el 2005, que es el año que fija la directiva para todos los municipios independientemente de su población".

En el conjunto del País Vasco, el Gobierno admitió el pasado otoño [ver EL PAÍS del 11 de octubre] que hasta 2003 todos los municipios de más de 15.000 habitantes no tendrán depuradoras de aguas residuales, pero sí se comprometió a que en 2006 las localidades tengan su red de saneamiento para estos vertidos.