10 años de 'Claves'

"Claves no parte de certidumbre alguna", proclamaron sus directores Javier Pradera, analista político de EL PAÍS, y el catedrático de Ética Fernando Savater, durante la presentación del primer número de la revista, en abril de 1990. El muro de Berlín acababa de caer y se abría de par en par una perspectiva de cambio político y ético en el mundo. Hoy, 10 años después, cuando la revista alcanza su número 100, Claves puede presumir sin falsa modestia de haberse convertido en un utilísimo instrumento para comprender las incertidumbres de este fin de siglo.Los 100 números de Claves, "revista de razón práctica sobre política, ética y cultura", en palabras de Javier Pradera, son un catálogo de los problemas y tendencias de nuestra época: desde el racismo y la xenofobia a los límites del Estado de bienestar, desde el futuro de Europa a la globalización económica, desde los riesgos de los nacionalismos a la corrupción política, pasando por los últimos retos de la ciencia, las nuevas formas de la familia o los peligros de la opinión teledirigida.

Y lo ha hecho dando voz y espacio a los intelectuales españoles, a esa pléyade de pensadores, escritores y académicos que, aunque tal vez menos conocidos, están desde hace años en la primera línea de la investigación social y científica internacional como Josep M. Colomer, Enrique Gallego, Félix Ovejero, José María Ridao o Juan Antonio Rivera. "No hemos querido hacer una revista de traducciones, llena de artículos de relumbrón", afirma Savater, "sino que hemos apostado por la cantera local y, de hecho, el 90% de los artículos que publicamos están escritos por autores españoles o latinoamericanos".

La revista no sólo se ha convertido en un instrumento de consulta para el mundo universitario, sino que forma parte ya de la bibliografía académica, puntuando en el currículo de los profesores la publicación en sus páginas.

Otro aspecto que define a Claves es el interés de sus directores por suscitar polémicas intelectuales. Nuria Claver, coordinadora editorial de la revista, recuerda, entre otras, el debate sobre la nueva poesía española entablado entre Pedro J. de la Peña y Antonio Rodríguez con Felipe Benítez Reyes; o sobre el republicanismo entre Salvador Giner y Juan Antonio Rivera; o la clonación humana con Jorge Riechman y Javier Sádaba. Polémicas a las que no sería de extrañar que se sumase a corto plazo el artículo de Pradera, en el último número de la revista, titulado La dictadura de Franco: amnesia y recuerdo, sobre el díficil equilibrio entre el objetivo de la reconciliación nacional y la necesidad de no olvidar el pasado.

Editada por Promotora General de Revistas, SA, empresa perteneciente al Grupo PRISA, la venta de Claves se aproxima a los 10.000 ejemplares al mes, la mitad de ellos por suscripción. Claves ha introducido en los últimos tiempos algunos cambios en su maquetación como el cuerpo de letra o el color en las ilustraciones. Sus directores están decididos a potenciar algunas secciones, en concreto las galerías de personajes que inaugurara Javier Marías con escritores, continuó José Manuel Sánchez Ron con los científicos Isaac Newton y Albert Einstein y prorroga Jaime de Ojeda con los músicos, con un artículo dedicado a Händel en el último número.

En cuanto a temas a tratar en los próximos meses, Savater destaca "la revolución digital y las fusiones de empresas, que están creando perspectivas políticas completamente distintas y ejerciendo una influencia creciente en nuestras vidas". Nuria Claver apunta como un reto del próximo futuro la puesta de la revista en Internet "y poder llegar a los lectores hispanohablantes del extranjero". Hasta ahora, su dirección actual (www.progresa.es/claves) sólo permite acceder a los sumarios de los artículos.

Mientras, confórmese el lector con este número 100 de Claves, que incluye tres artículos de particular interés: La ruptura de la tregua de ETA, del profesor de Estética de la Universidad del País Vasco Carlos Martínez Gorriarán; Las elecciones presidenciales en Rusia, del escritor K. S. Karol, y Escisión y permanencia en la UE, escrito por Andrés Ortega, editorialista de EL PAÍS, y el profesor de Derecho Comunitario José María de Areilza.