La sequía amenaza con daños superiores a 24.000 millones

El campo catalán atraviesa una de las situaciones más críticas de los últimos 25 años a causa de la sequía. Las organizaciones de agricultores aseguran que si no se produce un milagro en los próximos días, las pérdidas pueden alcanzar 24.000 millones de pesetas. A la falta de lluvia se han sumado las altas temperaturas de los últimos días, que superan los registros históricos de las tres últimas décadas.

Observatorio de L'Estartit: 26 grados centígrados, la temperatura más alta de los últimos 30 años, no sólo del mes de marzo, sino también de abril. Este dato es suficiente para hacer temblar a miles de agricultores de Cataluña cuyos cultivos de secano dependen en gran medida de las variables meteorológicas. Dicen que el tiempo se ha vuelto loco: desde el pasado mes de noviembre no ha caído una gota de agua sobre muchos campos, algo que no sucedía desde hace décadas. Si a ello se añaden las altas temperaturas que se han registrado en las últimas semanas, puede entenderse el estado de ánimo de un colectivo que está a punto de perder toda la cosecha de cereales por culpa de la sequía. En ese caso, las pérdidas podrían ascender a unos 24.000 millones de pesetas.La preocupación inicial ante la falta de precipitaciones puede derivar en un auténtico drama en el campo catalán si no llueve en los próximos días. Las predicciones meteorológicas no invitan precisamente al optimismo y cada día que pasa sin llover la situación se vuelve más crítica. Si hace dos semanas las organizaciones agrarias tenían la esperanza de poder salvar una parte de los cultivos de secano, básicamente los de cereales, en estos momentos ya se expresan en términos catastrofistas.

Ruina de los cerealistas

"Si transcurre todo el mes de marzo sin llover, nada ni nadie podrá evitar que se pierda la cosecha de cereales en las tierras de secano de toda Cataluña", alertó ayer Joan Gomà, responsable del sector cerealístico del sindicato agrario Unió de Pagesos (UP), mayoritario en el campo catalán. El panorama dibujado por Gomà es tan duro que, en las actuales circunstancias, sólo pueden recuperarse una parte de los sembrados del Solsonès, del Pallars Jussà y de la parte alta de la Segarra.

"Esta situación es una de las más críticas que se han vivido en el campo catalán en los últimos 25 años, ya que nunca se había llegado al extremo de no poder recolectar las cosechas", opina Gomà. El portavoz de UP cree que en las zonas más áridas de Cataluña, en especial de la Segarra, la Noguera, el Segrià, el Urgell y Les Garrigues, la cosecha de cereales "no se salvará ni aunque empiece a llover mañana".

Gomà recuerda que la provincia de Lleida tiene una superficie de 200.000 hectáreas dedicadas al cultivo de cereales. De estas 200.000 hectáreas, sólo 50.000 son de regadío. Esta cifra representa la mitad de Cataluña, donde la producción media de una campaña normal es de alrededor de 900.000 toneladas.

Si la producción llegara a reducirse a la mínima expresión a causa de la sequía, las pérdidas ascenderían un total de 24.000 millones de pesetas, según Gomà. El portavoz de la Unió de Pagesos considera que por debajo de los 400 kilos de cereal por hectárea no vale la pena recolectar la cosecha porque no se cubre ni el gasto generado por la maquinaria.