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El asesinato del abogado del ex primer ministro de Pakistán añade sospechas sobre el régimen militar

Uno de los principales abogados del depuesto primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, fue asesinado ayer en Karachi por varios individuos que se introdujeron en su oficina y le acribillaron a balazos. Iqbal Raad, murió a consecuencia de los numerosos impactos de bala que recibió en el pecho. En el atentado también fallecieron un asistente y el hijo de un juez del Tribunal Supremo que se encontraba de visita en las oficinas. Raad se había destacado en la defensa de Sharif, sobre quien pesa una petición de condena a muerte por secuestro y asesinato.

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El asesinato, que se produce a pocas semanas de que el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, visite Pakistán, fue condenado por el hombre fuerte del régimen militar que dirige el país, el general Pervez Musharraf, quien lo calificó de "acto terrorista cobarde". Un comunicado oficial señaló que "el asesinato de un eminente abogado a manos de terroristas es el más odioso crimen que podría servir al propósito de oscuros intereses". Desde que se hizo con el poder el pasado mes octubre, Musharraf ha tenido algunas actuaciones que han inquietado en el exterior. Se ha negado a firmar el tratado de prohibición de armas nucleares, ha encarcelado a numerosos hombres de negocios alegando que no habían pagado préstamos bancarios, se ha negado a destituir a jueces y funcionarios acusados de corrupción y no ha ofrecido calendario alguno sobre la celebración de elecciones generales. En esta atmósfera ha llevado ante los tribunales, con una petición de condena a muerte de por medio, al primer ministro que derrocó.

Un portavoz de la Liga Musulmana de Pakistán (PML), el partido al que pertenece el primer ministro depuesto el pasado 12 de octubre en un golpe de Estado incruento, aseguró que el abogado Raas había recibido numerosas amenazas, pero no quiso entrar en detalles. "Durante las pasadas semanas se quejaba de que había sido amenazado", señaló.

Según varios testigos, cuatro hombres enmascarados subieron a la carrera hasta el segundo piso del edificio de oficinas. Momentos después se escucharon varias ráfagas de disparos.Vestido con su toga negra de abogado, el cuerpo de Raad yacía ayer en medio de un gran charco de sangre. Las balas habían impactado por todo el despacho y agujereado algunas ventanas del edificio, situado en las cercanías de varias oficinas gubernamentales y judiciales. Según la policía, los asesinos abandonaron el lugar a bordo de un coche en el que les esperaba un cómplice. "Esto podría ser un acto de sabotaje para dañar el tranquilo trámite en que se están llevando a cabo los procedimientos legales... o podría ser una venganza personal, no estamos seguros", declaró Akhtar Gorchani, jefe de la policía del distrito. Fuentes policiales señalaron que, hasta el momento, nadie se había responsabilizado del atentado.

Letrados aterrorizados

El jefe del equipo legal que defiende a Nawaz Sharif, Jwaja Sultan, reconoció que los abogados "están aterrorizados por el asesinato". Sultan criticó además la falta de seguridad para el equipo de la defensa durante el proceso judicial que se está produciendo. "A menudo notamos que no hay seguridad", recalcó. "Vamos a celebrar una reunión entre los abogados para decidir qué tipo de medidas adoptamos para nuestra propia defensa y decidir qué hacer en el caso de que no se nos dé ninguna seguridad por parte del Gobierno", declaró Sultan a la emisora británica BBC. El abogado indicó que para él está muy claro el motivo del crimen. "No hay otra posibilidad más que haya ocurrido porque Raad destacaba entre los abogados defensores", dijo.

Los abogados de Sharif han solicitado al tribunal que le juzga que le conceda unas horas de libertad para poder asistir al entierro del letrado asesinado. "Raad era un hombre sincero y leal hacia el partido. Sharif está conmocionado tras haber sido informado de la noticia", señaló Haleem Siddiqui, portavoz del PML. Está previsto que el juicio, iniciado el pasado 20 de noviembre, contra el mandatario paquistaní se reanude el próximo lunes, aunque ayer nadie podía decir en Karachi cómo iba a influir el asesinato en el proceso judicial.

Raad era el abogado del PML y portavoz ante la prensa del equipo legal que defiende a Sharif, quien, junto a su hermano y a otras cinco personas, está acusado de intento de asesinato y secuestro, y podría ser sentenciado a la pena capital. Según la acusación, Sharif trató de impedir el aterrizaje en Karachi de un avión civil en el que viajaban Musharraf, en ese momento jefe de las Fuerzas Armadas y 198 pasajeros. Nada más tomar tierra, Musharraf dio el golpe de Estado.

Raad se había destacado especialmente en la defensa del expresidente, llegando incluso a amenazar al tribunal con abandonar la defensa de Sharif ante algunas decisiones del juez, por ejemplo, cuando éste dijo que decidiría si parte del testimonio de Sharif debería o no hacerse público. Esta amenaza fue retirada cuando el tribunal aceptó que Sharif declarara en una vista pública.

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