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Sólo tres de cada 100 pisos levantados en 1999 son de protección oficial

Antonio Jiménez Barca

Conseguir una casa que goce de algún tipo de protección oficial para que el coste no se dispare hacia los precios de mercado actual es ahora mucho más difícil que hace un año. Así se desprende del último informe del Consejo Superior del Colegio de Arquitectos de España, hecho público ayer, que revela que el 97% de los 46.904 pisos nuevos visados por la institución en la Comunidad de Madrid a lo largo de 1999 corresponde a viviendas de precio libre. Un piso de 100 metros cuadrados cuesta ahora en Madrid, de media, unos 26 millones de pesetas. Si es de protección oficial, 13 millones.Para acceder a los pisos baratos con protección pública basta con ganar menos de 360.000 pesetas al mes. Pero las administraciones tienen que poner suelo en el mercado para esas viviendas. Y en la capital ha faltado mucho terreno en los últimos años.

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En 1999, según el informe del Consejo Superior del Colegio de Arquitectos, se construyeron sólo 1.349 viviendas de protección oficial (VPO), un 58% menos que en 1998. La reducción no obedece a un parón inmobiliario, ya que el sector de la construcción durante 1999 levantó 45.555 viviendas de precio libre, un 24% más que las puestas en pie en el año anterior.

El PP reconoce la gran escasez de pisos protegidos en la ciudad

Buena parte de las viviendas de protección oficial que se construyeron el año pasado la hizo la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV). Para acceder a ellas, dada la ingente demanda y la escasa oferta, hace falta, además de ganar menos de 360.000 pesetas al mes, superar otro tipo de selección: que el piso en el que se reside esté en malas condiciones, tener hijos, haber sufrido una expropiación..."Es decir, que al final, si en teoría el 80% de la población puede acceder a una vivienda protegida, en la práctica nadie puede, sólo los que son muy pobres o muy necesitados, y el resto, es decir, la inmensa mayoría de la población, se ve empujada a tragar con los precios del mercado, que suben a razón de un 10% y que obligan a grandes sacrificios", denuncia Francisco Naranjo, portavoz de CC OO-Madrid y dirigente de la cooperativa de viviendas Vitra, una de las más activas de Madrid.

La Administración prevé otro tipo de vivienda protegida, la de precio tasado (VPT). Una VPT de 100 metros cuadrados cuesta cerca de 20 millones (seis menos que en el mercado libre) y, en teoría, según la normativa, está destinada a personas con un sueldo menor de 500.000 pesetas al mes. "Casi todo el mundo", añade Naranjo. "Pero, como se hacen muy pocas, pues pasa lo mismo que con las VPO: sólo salen las que construye el Ayuntamiento con el poco suelo que destina a esto. Así que, en la práctica, es como si no existieran y de hecho no sirven para regular el mercado".

El concejal de Vivienda, Sigfrido Herráez, aseguró ayer que la EMV construyó el año pasado "unas 1.000 viviendas de VPT", aunque reconoció que el número es claramente insuficiente.

Raíz del problema

Para el responsable de vivienda del Ayuntamiento, la raíz del problema hay que buscarla en la falta de suelo para construir en el término municipal de Madrid.

Herráez, con todo, es optimista. "Podemos decir que el problema se va a solucionar porque, con los nuevos barrios que ya se están poniendo en marcha, habrá suelo suficiente para edificar y se podrán construir miles de viviendas protegidas", explica el concejal.

Los nuevos barrios a los que se refiere el edil son Sanchinarro, Montecarmelo, Las Tablas, Carabanchel y Vallecas Villa. Todos están situados en la periferia y en ellos está previsto que se levanten alrededor de 70.000 viviendas. "Más del 50% de todo ese volumen de vivienda está destinada a pisos protegidos, a VPO y a VPT, así que se puede decir que estamos encima de la cuestión, que estamos solucionando el problema", añade Herraez. ¿Cuándo? "Pues a partir del año que viene se podrán empezar a ver casas en esos nuevos barrios", responde.

Los cooperativistas especializados en vivienda protegida ya denunciaron el año pasado que el precio del metro cuadrado en estos nuevos barrios estaba subiendo tanto que ponía en peligro la construcción de este tipo de viviendas. Y criticaron que las inmobiliarias propietarias de terreno se fuesen a ir deshaciendo de los solares poco a poco, a fin de no abaratar los precios en el mercado.

"Todos los años los concejales del PP nos dicen lo mismo: esperad a los nuevos barrios, que con eso se va a solucionar todo. Lo que pasa es que llevan respondiendo lo mismo cinco años", replicó Naranjo. Más información en la página 78

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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