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La Guardia Civil persigue durante 50 kilómetros a los 'secuestradores' de un loro en el Safari Park

Cuatro jóvenes secuestraron el pasado miércoles un loro amazónico en una jaula del Safari Park de Aldea del Fresno. Un empleado los descubrió y avisó a los vigilantes para detenerlos en la puerta. Pero los ladrones no sólo consiguieron burlar ese cerco, sino que también rebasaron un control de la Guardia Civil en Aldea, y en el siguiente, ya en Navalcarnero, lanzaron el animal contra los agentes para huir. Esa noche fue detenido uno de los implicados.

El conspicuo y vistoso loro amazona ochorecphala, de un año y valorado en unas 150.000 pesetas, se encontraba anoche ingresado en la enfermería del Safari Park y sometido a un tratamiento antiestrés ante los vaivenes que sufrió su corazón durante el miércoles. "No tiene heridas, pero está muy asustado porque los ladrones le llevaron encerrado, cogido del cuello y encima luego lo arrojaron por una ventanilla", explicó Fernando Tassar, veterinario del Safari Park. "Está en una zona de cuarentena y recibe un complejo vitamínico. Esperamos que en una semana vuelva a estar de cara al público".El secuestro del animal ocurrió el pasado miércoles a las cuatro de la tarde, justo una semana después de que desaparecieran otros dos loros del Safari. "Llevabámos unos días vigilando con sigilo la zona de animales exóticos porque esperábamos que vinieran a por más", declaró un empleado.

Los delincuentes fueron sorprendidos mientras se metían con el animal en un Renault 21. "Uno de los chicos llevaba el loro metido en su camisa y se subieron al coche", prosiguió un trabajador. En la puerta del Safari los trabajadores intentaron detenerlo, sin éxito.

El personal del parque avisó entonces al puesto de la Guardia Civil de Aldea del Fresno. Según el instituto armado, el coche de los ladrones pasó como "una bala por el pueblo, sin que se les pudiera detener".

Los secuestradores prosiguieron su huida hacia Madrid perseguidos por un coche de la Guardia Civil y dos coches del Safari Park. Pero al llegar a Navalcarnero se toparon con otro cerco policial. Esta vez decidieron arrojar al animal por la ventanilla. Los guardias tuvieron que lanzarse a la cuneta para no ser atropellados y uno de los agentes recibió un tremendo picotazo al recoger al loro. La policía les perdió finalmente la pista, pero a las nueve de la noche fue descubierto en Villaverde el vehículo. Su único ocupante, Pedro Pablo F. A., de 18 años, fue detenido.

La Guardia Civil ha identificado a los tres ocupantes del coche. "Creemos que actúan por encargo de alguien, pero el único chico detenido no lo ha confesado", declaró un portavoz del Safari Park.

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