_
_
_
_
_
Reportaje:

Compromiso con el arte

Hace algo más de un año, en enero de 1999, el pintor Juan Genovés (Valencia, 1930) participó en Bilbaoarte (Urazurrutia, 32) en unas jornadas sobre las condiciones de las artes visuales en España junto a otros 150 artistas. Aquella experiencia, que Genovés califica de "muy positiva", le ha hecho no dudar a la hora de regresar a la capital vizcaína. Ayer, el pintor ofreció una charla-coloquio en Bilbaoarte, donde ya le están tentando para que dirija un taller con artistas jóvenes. "Quisiera que la charla fuera, sobre todo, provechosa, que sirva para algo. Y distendida. Llevo toda mi vida de pintor y más de 30 años en una galería [Malborough, en Madrid] y alguna cosa tendré que decir", afirmaba horas antes de enfrentarse al público.El artista no se niega a intercambiar experiencias, a participar en puestas en común con otros artistas, con interesados. "Llegué la semana pasada de una exposición que tengo en Caracas y ahí cada día tenía una charla con gentes de los talleres del propio museo y con alumnos de la escuela de Bellas Artes", cuenta.

La muestra Genovés: Secuencias y sueños (1993-1998) se puede ver ahora en el Museo de Arte Contemporáneo de la capital venezolana. "Esta exposición está viajando por toda Latinoamérica y acabará en Chicago. A España no llegará hasta el 2001", comenta. La experiencia plasmada en esa muestra la relata el autor con entusiasmo. Quizá les sirva a otros artistas que le escuchen en Bilbao. "Está dividida en tres partes. Una abarca el periodo de 1990 a 1994, después está de 1996 hasta el pasado año, con la serie de Secuencias. Pero el grueso de la exposición lo componen los sueños", dice.

Durante un año, el autor del conocido cartel para pedir la amnistía de los presos, que le costó una semana de incomunicación en 1976, dibujó por la mañana aquello que había soñado por la noche. "Se me ocurrió un día que tuve un sueño que me gustó muchísimo. Lo dibujé para acordarme de él, y pensé seguir con ello. Pero el segundo día no me acordaba de qué había soñado. Así que decidí cerrar los ojos y dibujar la primera imagen que me venía a la mente, cuando aún no había despertado del todo", explica. En la muestra, unos y otros dibujos se diferencian con un asterisco. "Gracias al ejercicio de recordar el sueño, me acabé acordando de todos al final".

Genovés, hombre de izquierdas comprometido con las circunstancias de su tiempo, colaborador activo de los derechos humanos, de la causa de los artistas, no rehúye jamás una pregunta. "Lo de Pinochet lo he vivido como una cosa sangrante. A un monstruo como ése no se le puede dejar escapar. Y la burla final ha sido indignante. Casi devuelvo", afirma. Ante los atentados, Genovés reivindica los derechos humanos: "Creo en los derechos humanos y siempre trabajaré por ellos. Son una flor en medio de tanta vergüenza. Nadie puede disponer de la vida de nadie bajo ningún pretexto".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_