Un informe ni "rotundo" ni "concluyente" ni "sin fisuras"
Los ocho expertos coinciden, por separado y conjuntamente, en que el informe médico que ha servido para poner en libertad al general Augusto Pinochet tras casi 17 meses de arresto en Londres, presenta grandes lagunas y no es técnicamente solvente para acreditar la presunta incapacidad del ex dictador para ser sometido a juicio.El pasado jueves 17 de febrero, empero, al comentar el informe filtrado previamente a la prensa, el ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, señaló que el informe "era rotundo, concluyente y sin fisuras" al demostrar que el ex dictador no podía ser llevado al banquillo.
Los ocho expertos españoles -en línea con los médicos belgas y franceses-, precisamente, indican que ninguno de los tres adjetivos están presentes -ni es rotundo, ni concluyente ni sin fisuras-, ya que se admite, incluso, que Pinochet presenta características normales para una persona de su edad.
Jerónimo Saiz Ruiz, jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal, uno de los ocho expertos, recuerda que "la información más relevante procede del estudio neuropsicológico y en él se señala: 'No tuvo dificultad para comprender las preguntas ni para seguir las instrucciones de las pruebas'. Las alteraciones detectadas corresponden fundamentalmente a la memoria, si bien habría que valorar aspectos como la motivación, esfuerzo, influencia del estado de ánimo, fluctuaciones de atención y otros factores que pueden afectar al rendimiento en este tipo de pruebas".
Los doctores Ángel Canelada, forense de la Audiencia Nacional, y José Luis Ayuso, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense, y Tomás Palomo, realizan, asimismo, duras observaciones sobre las lagunas del informe que salvó a Pinochet.
