¿Patólogos?
Los errores diagnósticos de un patólogo han causado a centenares de mujeres alemanas la perdida innecesaria de uno o los dos pechos. Esta desgraciada noticia sirve al menos para desvelar lo que parece ser uno de los secretos mejor guardados de la medicina moderna: el diagnóstico definitivo del cáncer, y de algunas otras enfermedades, lo hacen los patólogos. Estos médicos, cuya especialidad es la Anatomía Patológica, basan sus diagnósticos en el estudio de biopsias y citologías, en la que buscan los isgnos característicos de cada enfermedad valiéndose del microscopio. La detección e interpretación de tales signos microscópicos a menudo en muestras extraordinariamente pequeñas es un proceso complejo que depende del cono-Viene de la página anterior
cimiento de los patólogos y no del automatismo de las máquinas.
A pesar de una labor tan esencial, la falta de contacto directo entre patólogos y pacientes hace que la sociedad tenga un absoluto desconocimiento o una percepción distorsionada de estos especialistas. En este sentido, resultan muy demostrativos los escasos artículos que aparecen al respecto en la prensa, donde casi siempre que se menciona a un patólogo es en relación con la muerte o algún error médico.
Por otra parte, cuando la prensa informa sobre la enfermedad de un personaje famoso (por ejemplo, el pólipo intestinal del presidente Reagan), a menudo trata de forma anónima a los patólogos que han emitido el diagnóstico de benignidad o malignidad. A veces, de forma aún más injusta, se atribuye el diagnóstico anatomopatológico a otras especialidades. Esta falta de valoración de la tarea desempeñada por la anatomía patológica tiene implicaciones que van más allá de la especialidad misma y afectan a la sanidad en su conjunto.
La asignación de los recursos y dispositivos que garantizan la calidad de un aspecto tan decisivo de la asistencia médica depende en gran medida de que la sociedad tenga presente que son los patólogos quienes pronuncian el dictamen definitivo de benignidad o malignidad. Tragedias como las amputaciones sufridas por tantas mujeres alemanas sólo son posibles cuando la anatomía patológica no goza de la calidad científica y técnica que se debe facilitar y exigir a una especialidad que, desde su invisibilidad, es la base misma de muchas decisiones médicas.- . Jefe del Servicio de Anatomía Patológica del hospital Universitari Germans Trias i Pujol.
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