Oficina judicial ambulante
De la tríada de poderes que conforman el Estado, el judicial sigue siendo el menos dotado de recursos humanos y materiales, a pesar, no obstante, de las notables inversiones que se jala. Pero el déficit arrastrado era insondable. En estos momentos, es noticia el hecho de que 15 juzgados de la provincia de Alicante carecen de juez titular desde hace un año largo. No hay magistrados ni dotaciones para todos. Por fortuna, la necesidad aguza el ingenio y la dirección general de Justicia de la Generalitat ha inventado lo que quizá se patente como la oficina judicial ambulante. Se trata de afanarse un mobiliario aparentemente fardón y rotarlo sucesivamente por nuevas salas y partidos judiciales, con la consabida inauguración. La fórmula se ha probado en Torrevieja y parece que funciona. Solo que los muebles (mesas, sillas y estrado) se los llevaron sin permiso de una de las salas de lo contencioso de Valencia, con el previsible susto y estupor del juez decano, que se tropezó con los hechos consumados. Un guión para Berlanga.
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