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Tribuna:ELECCIONES 2000El autor invita a la participación electoralel 12 de marzo y a estimar la evolución de los indicadores económicos desde 1996
Tribuna
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Un proyecto para España

El próximo 12 de marzo, con el voto de los españoles renovamos el Congreso y el Senado. Este día los españoles evaluarán la labor desarrollada por el Gobierno de José María Aznar y decidirán si mantienen o incrementan el apoyo que le dieron en 1996, o si eligen otras fuerzas políticas para regir los destinos de España.Desde la perspectiva de la Comunidad Valenciana es necesario también hacer balance de los resultados de la acción política del Gobierno de la nación y decidirse por unos u otros candidatos, en el paso del ecuador de esta campaña el ciudadano ya tiene muchos elementos en la mano para valorar lo que desea para los próximos cuatro años.

En un contexto europeo de débiles crecimientos económicos, España ha desarrollado una política moderada e inteligente, que ha permitido crecer mucho más deprisa que nuestros socios comunitarios, y entrar en el euro por la puerta grande. Por primera vez en la historia contemporánea, España participa desde su inicio en un proceso político europeo de mayor integración: la moneda única.

La creación de riqueza, sin embargo, se ha volcado en estos últimos cuatro años, también en nuestra Comunidad, en aquellas personas más desfavorecidas. Así, muchos alicantinos, castellonenses y valencianos que carecían de empleo, con graves problemas personales que comportaba para cada uno de ellos, han podido encontrar un puesto de trabajo. 123.000 personas que se hallaban en esta situación en la Comunidad Valenciana están hoy trabajando. Detrás de esta cifra, que puede parecer fría, me gustaría que el lector viese circunstancias individuales, nombres y apellidos, vecinos y vecinas, pues son las personas lo único que importa al Gobierno del Partido Popular.

Otro tanto se puede decir a propósito de los pensionistas. Los pensionistas españoles han visto fortalecido y asegurada su situación en el último cuatrienio. Por Ley 24 /1997, de 15 de julio, de consolidación y racionalización del sistema de Seguridad Social, todos los pensionistas tienen garantizadas por ley la revalorización de sus pensiones a la par con el coste de la vida sin depender al albur de ningún Consejo de Ministros. Este fortalecimiento de su posición, como la reducción del desempleo, ha beneficiado a la parte más débil de nuestra sociedad, a aquellos que por la edad o enfermedad no pueden ya trabajar.

En la Comunidad valenciana se ha notado otras mejoras importantes para pensionistas, muy tangibles, En primer lugar, durante los años de Gobierno del Partido Popular el número de cotizantes de la seguridad social en las tres provincia ha aumentado un 21,31%, esto es, en 263.154 personas. Esto ha supuesto -está suponiendo- una enorme aportación de ingresos al sistema de Seguridad Social, que de esta manera refuerza la garantía de las actuales pensionistas. Sus pensiones, nuestras pensiones están, por tanto, más seguras.

En segundo lugar, aquellas personas que perciben pensiones mínimas, en cualquiera de sus modalidades, han experimentado una subida extraordinaria, acordada por el Gobierno tras un pacto con los agentes sociales el pasado mes de septiembre. En virtud de esta decisión, 307.741 pensiones de nuestra Comunidad, precisamente las más bajas, han sido revisadas al alza. De nuevo al manejar cifras estadísticas considero fundamental no perder de vista a las personas. Estas más de trescientas siete mil pensiones tienen detrás un ciudadano, una ciudadana, con toda la complejidad de su circunstancia vital. Ellos pueden atestiguar que el Gobierno de la nación no les ha olvidado, que ha decidido comprometer muchos miles de millones cada año en la Comunidad Valenciana en consolidar esta mejoría singular.

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Nuestra Comunidad, por tanto, ha cosechado en sus gentes los éxitos de cuatro años de gestión seria, responsable y acertada, con especial atención a aquellos que más lo necesitan. Mediante el diálogo y el consenso se ha solucionado problemas serios en Alicante, Castellón y Valencia, enquistados antes durante largo tiempo. Así, para citar sólo un ejemplo, acordémonos de la autovía Madrid-Valencia, que tantas pesadillas costó a gobiernos anteriores, y vio por fin terminadas sus obras de un modo que equilibra el respeto hacia el medio ambiente con la utilidad de la vía pública.

La sociedad española de este principio de siglo es una sociedad compleja, diversa y en cambio, que empuja -y se siente empujada a la vez- en un proceso de globalización. La Comunidad Valenciana ha tenido desde siempre una gran proyección internacional. Además de la faceta turística, absolutamente clave, la Comunidad se caracteriza por su potencia exportadora, que le ha permitido mantener importantes balanzas comerciales internacionales positivas incluso en años, como 1997 y 1998 en los que el conjunto de España ha experimentado un ligero déficit.

El Partido Popular mira al futuro, a esa España cada vez más implicada en las transacciones y en los acontecimientos internacionales, sin hipotecas de ideologías decimonónicas. El valor central de la persona y de sus derechos inalienables, la primacía de la sociedad sobre la burocracia, de la iniciativa ciudadana sobre la inercia pública, son los principios que han traído la prosperidad y la paz a las naciones de Europa y América, y son precisamente los principios que defiende el Partido Popular. En una Comunidad en cambio continuo y con fuerte presencia en los mercados exteriores de bienes y servicios, resulta clave no anquilosarse, no aferrarse a fórmulas del pasado cuyo fracaso todos hemos podido comprobar, y abrirse sin miedo a las transformaciones con espíritu emprendedor, con flexibilidad, asidos únicamente a los derechos humanos y a los valores básicos de nuestra cultura.

En pocos días los ciudadanos de Alicante, Castellón y Valencia están llamados a pronunciarse. Están llamados a optar entre varias fórmulas políticas de diverso cuño. Por encima de ellas me gustaría alentar a todos a que se expresen mediante el voto, a que acudan a los colegios electorales para definir el futuro de España. De esta manera habrá, más allá de mayorías y minorías, una única y principal victoria: la de la democracia.

Federico Trillo es presidente del Congreso y candidato del PP por Alicante.

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