Desmantelada una red que transportaba el hachís desde Marruecos en avioneta

Una relativamente novedosa estrategia permite la introducción de centenares de kilos de hachís desde Marruecos en apenas tres horas. La Guardia Civil de Sevilla ha detenido a nueve personas (toda la banda) que utilizaban una avioneta ubicada en Sevilla para, en tan sólo tres horas, traer más de media tonelada de la citada droga desde el norte de África. En septiembre y noviembre del año pasado, ya se efectuaron dos incautaciones similares en Ciudad Real, Tarragona y Huelva. Los 636 kilos de polen de hachís incautados en el operativo de Sevilla estaban destinados a Madrid y Centroeuropa.La avioneta despegaba desde la pista de Juliana en Sevilla. Rápidamente llegaba a Marruecos donde se llenaban sus bodegas de hachís y regresaba a España en vuelo rasante, donde tomaba tierra en una rudimentaria pista cercana al municipio de Espera (Cádiz). Para disminuir las posibilidades de ser detectados, el pequeño aeroplano de pasajeros (en el caso de Ciudad Real se trataba de un aparato de fumigación, con menos capacidad de carga) aterrizaba de madrugada y con la única ayuda de unas tenues y disimuladas luces.

En la denominada Operación Juliana han sido detenidas nueve personas, desde el hombre que compraba el hachís en Marruecos, al piloto o los encargados de recoger los fardos y llevarlos hasta Sevilla. El operativo, que comenzó al final del otoño de 1999, también se ha saldado con la intervención de 39 millones de pesetas en metálico, dos pagarés por otros cuatro millones, seis automóviles, dos relojes de oro valorados en cerca de un millón y medio de pesetas un sistema de navegación, GPS y más de una decena de teléfonos móviles.

El mal tiempo en la zona del Estrecho motivó que esta banda estuviera unos dos meses sin hacer ningún vuelo, por lo que ahora planeaban incrementar las frecuencias de sus viajes a dos por semana. Dentro de este esquema entraba también la compra de un helicóptero de guerra Apache. Este aparato es extremadamente rápido y versátil en el vuelo rasante (alejado de los campos de acción de los radares) al estar diseñado para actuar en conflictos bélicos, especialmente en misiones contra blindados. Asimismo, el helicóptero podría aterrizar en casi cualquier sitio, por lo que no sería necesario contar con pistas de aterrizaje preparadas.