Clinton atiza la batalla por la dirección del FMI al vetar al candidato de los Quince
Estados Unidos hizo pública ayer su oposición a la candidatura del viceministro de Finanzas alemán, Caio Koch-Weser, para sustituir al francés Michel Camdessus en la dirección del Fondo Monetario Internacional. El veto norteamericano, que se produjo sólo horas después de que la Unión Europea eligiese a Koch-Weser como su candidato, supone una bofetada diplomática de imprevisibles consecuencias. "No vamos a cambiar nuestra posición", declaró anoche un portavoz de la Comisión tras conocerse la decisión de Washington.
Joe Lockhart, portavoz de la Casa Blanca, comunicó públicamente la noticia del veto norteamericano, e informó de que Clinton ya telefoneó el pasado sábado al canciller alemán, Gerhard Schröder, para darle cuenta de su decisión. Según el Gobierno de Bill Clinton, Koch-Weser "no cumple el criterio de ser un fuerte candidato de la máxima estatura y capaz de conseguir amplio apoyo en todo el mundo".El detalle de la llamada telefónica no es baladí, pues Alemania ocultó al resto de sus socios que Clinton le adelantó el sábado a Schröder su decisión de no apoyar a su candidato, un duro golpe para el canciller alemán, que en las últimas semanas ha puesto todo su empeño personal en recabar apoyos para Koch-Weser. Fuentes de la Comisión Europea no ocultaron anoche su disgusto y sorpresa por la decisión de Washington. "Teníamos la impresión de que Alemania y Estados Unidos habían hablado sobre el asunto, pero para ponerse de acuerdo, no para reiterar su desacuerdo", declaró esta fuente.
La tradición quiere que la dirección del FMI esté en manos europeas, pero la Casa Blanca se reserva siempre el derecho a dar su bendición a los candidatos del Viejo Continente.
"El presidente [Clinton] habló por teléfono el sábado con el canciller Schröder", dijo ayer Lockhart. "Y en esa llamada le subrayó la importancia del puesto de director del FMI y la necesidad de tener un fuerte candidato de la máxima estatura, que sea capaz de conseguir un amplio apoyo en todo el mundo. En ese contexto", prosiguió Lockhart, "el presidente le dijo al canciller Schröder que Estados Unidos no está preparado para apoyar la candidatura alemana".
Tras ser aprobada por el Consejo de Ministros de Economía de los Quince (Ecofin), la candidatura de Koch-Weser se sumó a las ya anunciadas de Stanley Fischer, el norteamericano que ha sustituido como director en funciones a Camdessus, y el ex alto funcionario del ministerio de Finanzas japonés, Eisuke Sakakibara.
Al rechazar la propuesta europea, la Casa Blanca no ha expresado su simpatía por ninguna de las otras dos candidaturas en liza. Lockhart, por el contrario, dejó ayer claro que la pelota sigue en los pies de los europeos. "Nuestro objetivo", dijo el portavoz de Clinton, "sigue siendo trabajar con Europa en la búsqueda de un fuerte candidato europeo que sea capaz de conseguir un amplio apoyo".
El papel de Lawrence Summers, secretario del Tesoro, en la actitud norteamericana ha sido decisivo. Summers considera que, aunque pasó 25 años en el Banco Mundial y es especialista en desarrollo económico, Koch-Weser carece de experiencia en cargos financieros de alto rango. Mientras los europeos discutían sobre el alemán en las últimas semanas, el norteamericano Fischer accedía a la dirección provisional del FMI, vacante por la dimisión de Camdessus.
La decisión sobre el próximo director del FMI corresponde al comité ejecutivo del organismo, formado por representantes de 24 países. No obstante, es improbable que cualquier candidatura pueda triunfar frente a una oposición expresa de Washington.
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