Lorenzo Alonso recrea en una muestra la abstracción de Malévich
El pintor Kazimir Malévich (Kiev, 1878-Leningrado, 1935) fue un creador y hombre libre. Comprometido con la sociedad, y crítico con el poder, reivindicó desde su Manifiesto suprematista (1919) el predominio de la sensibilidad como principio rector de la arquitectura y defendió el deseo primitivo del hombre de construir su propia casa como una expresión más de sus sentimientos. Éste es el espíritu que ha inspirado al arquitecto Lorenzo Alonso (Arcones, Segovia, 1951) la exposición Malévich como pretexto, abierta hasta el 20 de marzo en el centro municial Las Dehesillas de Leganés (Madrid). Con una muestra de 16 obras realizadas por Lorenzo en los últimos 20 años, la exposición pretende ser "una reflexión sobre la casa del siglo XXI", según el arquitecto.
Discípulo de Sáenz de Oiza, Moneo y Navarro Baldeweg, Alonso también se muestra crítico con la arquitectura que se realiza hoy. Opina que es producto del control político y de los promotores, "y no se ajusta al tiempo ni al espacio del sigloXXI". Los centros de las grandes ciudades se vacían de familias que huyen a los extrarradios, dejando ese espacio vital para frías oficinas. "Hay que volver a retomar la ciudad y el valor del espacio público, y gestionarlo sin someterlo a los vaivenes del mercado. Hoy la ciudad se construye para hacer dinero y ésa no es nuestra competencia", añade.
La vivienda está muy condicionada por tiempos pasados, a juicio del arquitecto. "La familia ha cambiado radicalmente, ya no la componen sólo familias con varios hijos, y eso exige otro modelo arquitectónico. Antes me pedían una bodega en la casa para estar con sus amigos y hoy reclaman cuartos para el ordenador", cuenta este arquitecto que absorbió de Sáenz de Oiza "sus ganas de comunicar y su pasión por la arquitectura"; de Moneo, "su capacidad analítica", y de Navarro, "su sentido espacial".
Entre las obras de la exposición, montada con un planteamiento espacial influido por el célebre cuadro abstracto Cuadrángulo, de Malévich, destacan la capilla de Soto del Real (1982), casas unifamiliares y proyectos presentados a concurso por Lorenzo, como la ampliación del Museo del Prado.
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