Conmovedora música, escalofriante interpretación

El Klangforum de Viena, dirigido por Sylvain Cambreling, se ha paseado durante la última semana por la geografía española con un programa dedicado a Wolfgang Rihm(1952) y György Kurtág (1926). Especialmente emotiva resultó la obra de Kurtág Mensajes de fuego Señorita R. V. Troussova, opus 17, ciclo para soprano y orquesta de cámara de unos 27 minutos de duración sobre unos textos, de la poetisa rusa Rimma Dalos, muy ajustados en su concisión y desgarramiento de soledades, erotismos, dichas y tristezas, al universo musical aforístico e intensamente concentrado que Kurtág despliega en su música. La soprano inglesa Rosemary Hardy desgranó con naturalidad hasta sus últimas posibilidades la complejidad vocal de estos pentagramas, auténticamente modélicos en la relación música-palabra, en los que late por un lado la sombra de Webern y por otro una síntesis evolucionada de la tradición húngara. La identificación emocional y el desasosiego expresivo de los intérpretes conducían a un tipo de comunicación tan intimista como turbador.En la primera parte, el Klangforum tocó dos composiciones de Rihm (Verborgene Formen, Gejagte Form) de la segunda mitad de la década de los noventa. En ellas, la abstracción, las interrelaciones formales o el compacto equilibrio sonoro vinieron desde la transparencia y la sobriedad. Fue un concierto inolvidable.