El escritor bilbaíno Daniel Sarasola define su obra 'Lejos de Panamá' como una suma de Joyce y la novela negra
El escritor Daniel Sarasola (Bilbao, 1962) dice que su primera novela, Lejos de Panamá (Huerga y Fierro), es deudora de la narración cinematográfica y del teatro. Al cine le debe los experimentos que ha realizado con el tiempo, saltando del pasado al presente y al futuro y borrando sus límites; del teatro, al que ha dedicado media vida, ha tomado el lenguaje oral que da carácter a la novela. "Lejos de Panamá surge de la búsqueda por la ciudad de un amor perdido", explica su autor. "Es James Joyce más la trama de novela negra", añade.Panamá no es en la novela un punto en el mapa, sino el nombre de una mujer mulata de mediana edad a la que Quentin busca años después de vivir juntos una historia de amor.
Sarasola tardó cuatro años en escribir una narración estructurada en capítulos breves, muy intensos, donde los cambios temporales se mezclan con el universo familiar del protagonista, que el lector conoce a través de los monólogos interiores de otros personajes secundarios. En el descenso a los infiernos urbanos por los que transcurre la búsqueda de Panamá acaba apareciendo un policía corrupto que pone el toque de género negro.
"Es una novela muy literaria", señaló el crítico Iñaki Ezkerra. "Revela la asimilación de buenas influencias, se nota que Joyce está detrás. En un momento en el que impera un discurso que pesa poco, Lejos de Panamá es una novela en la que pesa la tradición".
Sarasola, actor y autor de la pieza teatral El inquilino (Editorial Visor), destaca la herencia teatral del lenguaje oral que ha utilizado en su primera incursión narrativa.
"Es para leer en alto", sugiere el escritor, convencido de que la novela es el punto de encuentro de los géneros literarios. No cree, sin embargo, que sea sencillo reconvertir su obra en un texto para ser representado sobre un escenario. "Es más cinematográfica", precisa. "Los saltos en el tiempo hacen que la adaptación sea muy dificil".
