El PNV acusa al PP y al Gobierno de organizar la protesta contra Ibarretxe en el funeral de Buesa

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, recurrió ayer a la máxima ignaciana para responder a los partidos que tras el atentado de ETA que costó la vida al dirigente socialista Fernando Buesa y a su escolta, el ertzaina Jorge Díez, han exigido a los peneuvistas que abandonen de inmediato el Pacto de Lizarra y todas sus alianzas institucionales con EH. "En tiempo de desolación, no hacer mudanza, y no es tiempo de tomar decisiones en momentos de dolor como éstos", aseguró el máximo dirigente peneuvista tras el férreo silencio que había guardado la víspera, al tiempo que renovaba la apuesta de su partido por el "diálogo sin exclusiones" frente a la "estrategia policial y de aislamiento social" del "Gobierno español y del PP".

El PNV también tuvo respuesta, poco antes de esta rueda de prensa y a través de un comunicado, para quienes abuchearon el miércoles al lehendakari Ibarretxe en el cortejo fúnebre de Buesa: todo fue un montaje electoral y de agitación organizado por el PP y el Ejecutivo de Aznar. Los peneuvistas denuncian "la irresponsabilidad que supone, por parte del PP fundamentalmente, con la colaboración del Gobierno español, de algunos medios de comunicación bajo su control y de funcionarios públicos principalmente, el montaje que ha organizado estos dos últimos días en Vitoria".El presidente del PNV ofreció una rueda de prensa en Sabin Etxea, sede del partido en Bilbao, acompañado del portavoz Joseba Egibar y de la dirigente Josune Ariztondo, para apoyar la manifestación convocada para mañana en la capital alavesa por el presidente vasco con el lema Bakea behar dugu (necesitamos la paz). Por el derecho a la vida.ETA gelditu (ETA para). Una manifestación a la que no acudirá el líder del PSOE, Joaquín Almunia, por no estar de acuerdo con este lema, que traducido al castellano "sería algo", dijo, "como 'apártate que molestas", cuando en su criterio lo que hay que decir es ¡ETA no! Socialistas y populares se sumarán a la concentración, pero con una pancarta distinta a la de Ibarretxe y separados del lehendakari.

Pero no fueron ni los gritos de dimisión contra Ibarretxe ni la manifestación de mañana los temas centrales de la rueda de prensa de Arzalluz. El Pacto de Lizarra -"la obsesión de Aznar es enterrarlo", coincidieron Egibar y el líder del PNV- y la estrategia de pacificación del PNV acapararon el interés de la comparecencia.

Ya en el comunicado previo elaborado por la dirección peneuvista se apuntaba que el doble crimen de ETA es un "atentado" contra el Pacto de Lizarra: "Un atentado contra la política, contra las vías políticas democráticas y de diálogo. No se puede defender el diálogo y matar al interlocutor". Arzalluz acusó a ETA de atentar contra el contenido de Lizarra "y contra todo lo que hemos intentado construir durante el último año y medio", y dijo que "si alguien está hundiendo Lizarra es ETA". Pero evitó en todo momento adelantar si su formación dejará el Pacto. Primero se escudó en que, con dos cadáveres recién enterrados, no es momento de tomar decisiones. Al ser preguntado de nuevo, dijo que en Lizarra hay más partidos y organizaciones sindicales y sociales, y sin contar con ellos no se puede ni se debe avanzar decisión alguna.

Aunque a primera vista pudiera parecer una estrategia para ganar tiempo, la firme defensa del diálogo sin exclusiones realizada ayer por el PNV y el criterio contrario a una política de pacificación basada en la lucha policial permite avanzar que los peneuvistas no se irán de Lizarra salvo que sepan de antemano que hay un tipo de red esperándoles abajo; por ejemplo, la aceptación de una nueva mesa de diálogo en la que estén todos los partidos, incluido EH, como propugna Ibarretxe, o el plan Ardanza, propuesto por el anterior lehendakari.

Si el ministro del Interior, Jaime Mayor, criticó el miércoles al PNV por estar inmerso en un "debate táctico" y dispuesto a abrir el paraguas para soportar el chaparrón que cae ahora contra los nacionalistas, Arzalluz respondió: "¿Qué se creen, que vamos a estar parados?, ya sabemos lo que viene". Y el PNV dice que, entre otras cosas, lo que viene es el "montaje electoral" y la "agitación" de las masas, como recoge en su comunicado, para que exijan, como pasó el miércoles en Vitoria, la dimisión de Ibarretxe, la "satanización" de la actual dirección del PNV y se siembren "dudas sobre la Ertzaintza".

"No eran espontáneos"

El líder peneuvista dijo que la movilización ciudadana durante el cortejo fúnebre de Buesa y los lemas que allí se gritaron contra él o Ibarretxe "no eran espontáneos". "Podríamos dar los nombres de qué funcionario o de qué agentes estaban fabricando y repartiendo determinados papelitos", enfatizó. A su juicio, lo del miércoles fue la expresión de una campaña que ya está en marcha y que viene "de los aledaños del Gobierno del PP", al tiempo que denunció una "cierta proliferación de gente de carácter ultra". Para el sábado, Arzalluz se teme algo parecido. Pero advirtió: "No lo van a conseguir. No somos corderitos".

Socialistas y populares cargaron de inmediato contra las graves acusaciones recogidas en el comunicado del PNV. Rosa Díez (PSE)calificó de "insulto a la ciudadanía, indignidad política y bajeza moral" esas manifestaciones. "Si no fuera dramático", añadió, "sería esperpéntico que el primer partido del país sea capaz de despreciar de esa manera la movilización ciudadana". Díez también acusó al dirigente de EH, Arnaldo Otegi: "En la medida en que no condena los asesinatos, es nuestro enemigo; no nuestro adversario político, un enemigo que ha ayudado a matar a Fernando Buesa".

El PSE utilizará en el País Vasco, durante la campaña del 12-M, un lema diferente al del resto del Estado. El nuevo eslogan será Por la vida y la libertad, y fue sugerido el miércoles en la capilla ardiente de Buesa por Felipe González. Lo inauguraron anoche en un acto en el que Díez clamó: "Os pido que protagonicéis un acto de rebeldía democrática y acudáis a votar en masa. Combatid la abstención. Es lo que os hubiera dicho Fernando, y como él os lo digo yo también".

El líder del PSOE, Joaquín Almunia, tampoco se calló: "Lo único que estaba organizado y programado era el asesinato de Fernando Buesa y del ertzaina que le acompañaba, Jorge Díez". El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, fue más allá. Afirmó que el PNV sufre "paranoia" y "una enajenación de cualquier sentido de la realidad", y pronosticó elecciones anticipadas en el País Vasco".

La respuesta de EH fue para el PNV y EA: les vuelve a emplazar, esta vez "solemnemente", que se retiren de las elecciones generales.