Martínez Torres: "Nunca se atribuyó a los GAL el secuestro de los etarras"
El ex comisario general de Información Jesús Martínez Torres afirmó ayer en el juicio por el caso Lasa-Zabala que nunca se atribuyó a los GAL los secuestros de los dos etarras. El ex agente señaló que la primera vez que se oyó hablar de las siglas GAL fue a raíz del secuestro de Segundo Marey en diciembre de 1983, y que, por tanto, en octubre de 1983, cuando desaparecieron Lasa y Zabala en Bayona (Francia), ese grupo no existía, por lo que nunca se le hubiera podido atribuir la autoría de los hechos.
Martínez Torres agregó que es posible que en febrero de 1984 tuviera conocimiento de que en una llamada a Radio Alicante, de la Cadena SER, se habían reivindicado los secuestros y muertes de Lasa y Zabala en nombre de los GAL, pero que en aquel momento al menos, no se le dio credibilidad. La llamada se hizo a un medio que no solía ser habitual, ya que las reivindicaciones de los GAL solían hacerse a medios de comunicación franceses y en francés, mientras que ésta se hizo en español. Además, el contenido solía ser muy parecido siempre, mientras que el de este caso se apartaba de ese modelo, por lo que los analistas no le dieron credibilidad.El ex comisario general de Información entre 1982 y 1994 señaló ayer que en 1986 hizo un informe sobre los GAL para el tribunal que juzgó el caso del asesinato del ciudadano francés Robert Caplanne, en el que no aparecían los secuestros de Lasa y Zabala. El informe, según dijo, fue confeccionado por el Gabinete de Estudios del Ministerio del Interior, basándose en recortes de prensa, ya que no tenían información directa, puesto que los atentados se cometían en Francia y la policía española no tenía jurisdicción para investigar allí.
Sin información
Martínez Torres afirmó también que nunca tuvo información sobre la implicación de miembros de los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado en las acciones de los GAL y que no le ordenaron que investigase a esa organización, entre otras cuestiones, porque los atentados se cometían en el extranjero.
También declaró como testigo el teniente coronel Ángel Alba Coca, que estaba destinado en la Unidad de Servicios Especiales de la Guardia Civil en 1983. Este testigo debía reforzar la tesis de que las detenciones de Tolosa del 19 y 20 de enero de 1984 y las registradas en Beasain (Guipúzcoa) y Bilbao constituían una única operación dirigida contra ETA político militar por la Unidad de Servicios Especiales. La acusación, por contra, sostiene que hubo dos operaciones: una en Tolosa contra ETA militar, dirigida por el servicio de Información de Intxaurrondo con la información obtenida al interrogar a Lasa y Zabala, que eran miembros de ETA militar; y otra dirigida contra el comando La Piedra, de ETA político militar, que se inició en Beasain.
Pero el testigo incurrió en contradicciones con su anterior declaración realizada ante el juez Javier Gómez de Liaño en octubre de 1997. Alba aseguró que sólo actuó como apoyo en la detención de los polimilis de Beasain el 21 de enero de 1984, pero que no participó en las detenciones practicadas en Tolosa durante los días anteriores.
Alba, que en 1983 era capitán y estaba destinado en Bilbao, dijo ayer que el capitán Ángel Vaquero, segundo de Galindo en Intxaurrondo, no fue el responsable de la operación, sino que apoyaba a Servicios Especiales, mientras que en 1997 dijo que la información del operativo la proporcionó el capitán Vaquero, quien tenía el mando superior de las operaciones. Alba, a pesar de ser de Servicios Especiales no supo explicar ayer qué declararon los detenidos de Tolosa.
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