El acuerdo federal entre socialistas e IU condiciona las relaciones en Andalucía

El acuerdo preelectoral alcanzado por las direcciones federales del PSOE e Izquierda Unida para gobernar juntos en caso de superar al Partido Popular ha abierto la interrogante sobre si esa situación se puede trasladar a Andalucía, donde los socialistas siempre han sido la fuerza más votada y han gobernado ininterrumpidamente desde 1982 y, por primera vez en la historia de la comunidad, en coalición con los andalucistas a partir de 1996.Las relaciones entre PSOE e IU en Andalucía, que luchan por el mismo electorado, han estado marcadas por la desconfianza y el recelo mutuos. La época de la pinza PP-IU aún es recordada por los socialistas, quienes esgrimen cada vez que pueden ese argumento para airear las reiteradas negativas de la federación a comprometerse en la gobernabilidad con el PSOE. De hecho, en las elecciones últimas IU perdió siete escaños, los mismos que recuperaron los socialistas.

Izquierda Unida quiere pasar página a esa etapa y alude constantemente al hipotético pacto como estrategia para llevar a los socialistas a su terreno, arañar su inquebrantable hegemonía y movilizar a su electorado.

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