Los Presupuestos de Guipúzcoa superan su penúltimo trámite con la abstención de EH

Euskal Herritarrok (EH) cumplió ayer su palabra y posibilitó con su abstención la aprobación del segundo proyecto de Presupuestos de la Diputación de Guipúzcoa, al que sólo le queda por superar el trámite del debate de las enmiendas parciales, previsto para el próximo día 29 de este mes. El pleno de las Juntas Generales rechazó las enmiendas a la totalidad del PSE-EE y PP, que coincidieron al criticar las concesiones que el Ejecutivo presidido por el peneuvista Román Sudupe ha realizado ante los abertzales para sacar adelante las cuentas forales.

A falta del último trámite, la discusión de las enmiendas parciales, la Diputación de Guipúzcoa ya tiene Presupuestos tras cumplir EH el acuerdo suscrito el pasado 27 de enero con PNV-EA para garantizarle al Ejecutivo foral la aprobación de las cuentas forales. La coalición abertzale, que mantuvo hasta ayer en secreto su intención de voto, optó finalmente por la abstención y contribuyó así a desestimar las dos enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos socialista y popular.El debate presupuestario celebrado ayer en el pleno de las Juntas Generales reflejó la división existente entre los nacionalistas y el PSE-EE y el PP. Los primeros no disimularon su alegría tras la aprobación del Presupuesto, y lo celebraron aduciendo que "hoy es un gran día porque las modificaciones introducidas están concebidas desde una perspectiva abierta y plural", dijo el portavoz peneuvista de Hacienda, Xabier Garaialde.

Xabier Olano, de EH, tras dejar constancia de su solidaridad con los presos de ETA, aclaró que el presupuesto "no es el de EH, porque nosotros preferimos un presupuesto con más contenido para el euskera y la cultura vasca, para el empleo y los ayuntamientos". Pese a lamentar estas ausencias, señaló que su formación ha introducido "mejoras evidentes", por lo que anunció que "no podemos apoyar el presupuesto, pero tampoco votaremos en contra".

La fórmula de la abstención, que Olano juzgó como "lógica y política", respeta con fidelidad el acuerdo con el PNV-EA, según el cual no podía prestar sus votos a ninguna enmienda, a la totalidad o parcial, de socialistas ni populares. No obstante, EH queda ahora con las manos libres para presentar cuantas modificaciones puntuales desee al proyecto de la Diputación.

"Clientelismo político"

Los partidos de la oposición, con más virulencia el PP, atacaron la estrategia de Román Sudupe de pactar con EH. Su portavoz foral, Iñigo Manrique, le acusó de plegarse a las exigencias de la coalición abertzale: "El acuerdo con EH no tiene otro fin que satisfacer un clientelismo político voraz"; "es una imposición forzosa de las ejecutivas del PNV y HB", y "el diputado general ha dilapidado su crédito político y se ha quedado sólo", le espetó durante una intervención de contenido exclusivamente político.

El socialista Guillermo Echenique sí detalló las carencias del presupuesto, que tildó de "regresivo en materia social". Añadió que las prestaciones de las pensiones no contributivas (14 pagas de 48.800 pesetas) suponen "un agravio comparativo" respecto a los perceptores de las contributivas (42.400 pesetas). Echenique atacó la decisión de otorgar 64 millones de pesetas a Udalbiltza y la especulación con la enajenación de unos terrenos para financiar las partidas que EH ha incorporado.

La Diputación gestionará este año 78.734 millones de pesetas (473,2 millones de euros), 2.132 millones de pesetas más respecto al presupuesto inicial, derrotado el pasado 29 de diciembre. La entente con EH propicia que el nuevo presupuesto contemple 350 millones más para el euskera, la subida de las pensiones, partidas para Udalbiltza, la cueva de Ekain, el Museo Naval de Pasaia y la construcción de carriles-bici. También obligará a crear una ponencia sobre la lucha contra el fraude fiscal y un estudio sobre la financiación de las carreteras.