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El Ejército y la Guardia Civil evitan la entrada en Ceuta de 500 inmigrantes

La Guardia Civil y el Ejército, apoyados por los efectivos de las Fuerzas Armadas marroquíes, impidieron por la fuerza que en la madrugada del pasado sábado un grupo de 500 subsaharianos entrase en Ceuta saltando la valla metálica que separa la ciudad autónoma de Marruecos. Fue una batalla campal muy similar a la que se produjo a finales de diciembre, cuando 200 centroafricanos, que intentaban entrar en el territorio español, pusieron en jaque a las fuerzas de seguridad que custodian el perímetro ceutí. En la contienda de este sábado, en la que se utilizó material antidisturbios para disolver a los inmigrantes, participaron un centenar de hombres, entre militares y agentes de la Guardia Civil, de los más de 300 apostados en el perímetro cada noche.El propio delegado del Gobierno en Ceuta, Luis Vicente Moro, confirmó ayer lo sucedido e indicó que la situación fue incontrolable durante unas tres horas. Para repeler a los inmigrantes se volvió a hacer uso de pelotas de goma, balas de fogueo y botes de humo.

Los hechos comenzaron pasadas las tres de la madrugada en el punto conocido como Collado de Anyera, que situado a unos 500 metros de altura, es el lugar más alto del perímetro y también de los que tienen más difícil acceso. Los inmigrantes aprovecharon la densa niebla nocturna y la espesa vegetación de la zona para pasar desapercibidos a ojos de los guardias. Sólo fueron visibles a pocos metros de la valla, que tiene 3,20 metros de altura y que fue terminada de instalar recientemente.

Un aviso de los militares marroquíes puso en alerta a la Guardia Civil, que localizó con visores de infrarrojos al enorme grupo. Fuentes de la Delegación del Gobierno confirmaron que ninguno de esos 500 africanos logró pisar territorio español y también aseguraron que no hubo inmigrantes heridos, aunque sí hubo dos agentes lesionados por caídas.

Hace un mes que no se registraban asaltos masivos a la valla de Ceuta, periodo que coincide con la finalización del blindaje fronterizo. No obstante, la Delegación del Gobierno ha señalado que estos intentos han sido frecuentes en el último año y algunas veces fructíferos para los inmigrantes, que atravesaron la línea divisoria entre España y Marruecos. Así, a finales de diciembre, el censo del campamento de Calamocarro era de 2.300 subsaharianos. Las cifras oficiales de ayer lo situaban en poco más de 300 personas, debido a las salidas masivas a la Península organizadas por las autoridades para descongestionarlo.

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