Enher alega saturación en las líneas para negar altas en la Costa Brava
Fecsa-Enher niega el servicio de suministro eléctrico a todos los nuevos abonados de gran consumo en el tramo de la Costa Brava comprendido entre L'Escala y Lloret de Mar. Se deniegan solicitudes a industrias, comercios, hoteles y promociones inmobiliarias de más de cinco viviendas. La empresa alega que la línea que sirve la energía a esta zona está saturada y que mientras no se concluya la polémica línea de las Gavarres, entre Juià y Castell d'Aro, no puede incrementar la capacidad energética.
Los opositores a la línea de las Gavarres califican la medida de "chantaje", pero la Generalitat no veía ayer ilegalidad alguna en que la compañía que tiene el monopolio del suministro energético decida unilateralmente rechazar nuevos abonados. "El delito existiría si Enher firmara contratos que no puede cumplir", justificó un portavoz del Departamento de Industria. Enher ha empezado a comunicar la denegación de nuevas altas, que afectan a unos 20 municipios, a los ayuntamientos, cámaras de comercio y gremios de empresarios. El tendido eléctrico de la nueva línea está paralizado, por contenciosos legales, en Cassà de la Selva, donde faltan por levantar siete torres, y Llagostera, donde queda pendiente el paso de los cables de alta tensión. Según la compañía, falta sólo un 8% del trazado y podría concluirse en dos meses.
El alcalde de Llagostera, Lluís Postigo, calificó de "medida de presión" e "intolerable chantaje" la decisión de la compañía, y se mostró muy crítico con la pasividad de la Generalitat, que en su opinión no puede limitarse a declarar la futura línea de utilidad pública y luego "lavarse las manos". "¿Quién manda aquí, el poder económico de Enher o la Generalitat?", se preguntó.
El alcalde asegura que Enher pretende descargar toda la responsabilidad a los municipios opositores porque está acostumbrada a llevar a cabo sus decisiones por la vía del "ordeno y mando". Un portavoz de la Coordinadora Antilínea de las Gavarres, que agrupa a los sectores contrarios al trazado, aseguró que la decisión de Enher es una maniobra de presión ante la reunión que el jueves celebrararán representantes de la firma con quienes se oponen al proyecto.
La compañía insiste en que la actual línea está al límite del colapso y recuerda que durante el año pasado se produjeron cortes de suministro en las poblaciones de la Costa Brava centro. No obstante, los apagones más importantes del pasado año afectaron a zonas ajenas a la línea de las Gavarres y dieron origen a airadas protestas de comerciantes y restauradores. Algunos de los 20 municipios afectados se planteaban ayer consultar con sus asesores legales para ver si la negativa a aceptar nuevas altas atenta contra los derechos de los ciudadanos.
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