Los aeropuertos se atascan de éxito
El sistema aeroportuario español está congestionado en el cielo y en el suelo. Barajas y El Prat, los dos principales aeropuertos españoles, tienen ya lista de espera para aterrizar o despegar de sus pistas. Las de Barajas pueden atender hasta 74 operaciones por hora mientras las compañías reclaman, en algunos momentos del día, más de 90 permisos; en El Prat pueden operar 55 aviones a la hora y hay solicitudes en diversos periodos para hacer 65 movimientos.Ambos aeropuertos tramitan estos días sus planes de ampliación. El de Barcelona está pendiente de Bruselas por unas zonas especiales de protección de aves (ZEPA) afectadas por la nueva pista; el de Madrid aún no ha salido a información pública, pero ya ha provocado innumerables quejas de vecinos que protestan en pijama por sus terminales y de 16 municipios que preparan un recurso ante la Audiencia Nacional.
En el aire, la situación no es mejor. Los 1.600 controladores (agentes de tráfico para las carreteras del cielo) son insuficientes para atender todos los sectores en que está dividido el espacio aéreo español. "La falta de controladores hace que a veces vayamos por una aerovía de cinco pistas y de pronto se reduzca a dos y se produzca el embotellamiento", explican los pilotos. Las autoridades conocen bien el inconveniente de los atascos en el cielo.
"El último año contratamos a 200 controladores más, pero reconocemos que todavía son insuficientes, sobre todo en algunos sectores", reconoce Francisco Cal Pardo, director general de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).
Fernando de Groote, secretario general de la Unión Sindical de Controladores Aéreos, recuerda que en 1998 firmaron un convenio con AENA que garantizaba la contratación de 741 controladores en cuatro años. La nueva plantilla se calculó teniendo en cuenta que habría un incremento del 8% anual en el tráfico aéreo de España. "El año pasado ya vimos que era insuficiente. Hay sitios en los que el tráfico ha aumentado más de un 10%", confiesa De Groote.
España sufre los problemas de ser un país periférico, de entrada y salida de Europa. Del total del tráfico aéreo que deben atender los 1.600 controladores, al menos el 23% corresponde a aviones que sobrevuelan España sin aterrizar o despegar en ninguno de sus aeropuertos. "Muchos operadores nos meten el tráfico sobre Bilbao y allí estamos más apurados de controladores. Nos vendría mejor que los desviaran por Navarra", explica Juan Lema, director de Navegación Aérea.
El crecimiento de la demanda (tanto de tráfico comercial como de pasajeros) plantea cada día nuevos problemas. En los últimos cuatro años, los 42 aeropuertos españoles han pasado de 100 millones de pasajeros a 126 millones, y de 1.102.000 movimientos de aeronaves a 1.393.000.
A este ritmo, las pistas de Barajas, que han pasado de atender a 242.000 aeronaves en 1996 a registrar más de 305.000 movimientos el pasado ejercicio, tendrán lista de espera durante todas las horas del día dentro de cuatro años.
En diciembre pasado, según Eurocontrol, organismo europeo que regula los permisos de vuelo, Barajas fue el aeropuerto de Europa con más retrasos. El 33% de sus vuelos salieron con demora. Tenerife Sur (2º), Las Palmas (7º) y Málaga (9º) estaban en la lista de los 10 aeropuertos más retrasados de Europa. En Tenerife Sur, la llegada de alemanes en oleadas todos los viernes a la misma hora ha obligado a AENA a estudiar la ampliación del aeropuerto. También crecerán, a medio plazo, los de Las Palmas, Málaga y Alicante.
La inauguración de trazados de alta velocidad ferroviaria en los próximos 10 años apenas aliviará al sistema aeroportuario español. "Hemos calculado que el puente aéreo Madrid-Barcelona puede perder un millón de viajeros al año cuando funcione el AVE. Pero un millón de viajeros sobre más de 32 millones es algo poco relevante", cuenta Francisco Cal Pardo. El tráfico aéreo seguirá aumentando a razón de un 5% al año, un crecimiento inferior al de los últimos años. Con las dos nuevas pistas que AENA quiere construir en Barajas, la nueva prevista en El Prat y muchos controladores más, el atasco desaparecerá, tanto en el suelo como en el cielo.
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