Los españoles trabajan 179 días al año para pagar a Hacienda, según la patronal europea
Los ciudadanos españoles trabajan hasta el 28 de junio de cada año exclusivamente para pagar a Hacienda. Eso supone que el dinero que deben dedicar a impuestos equivale al sueldo correspondiente a 179 días, mientras que quedan libres los ingresos de 185 jornadas anuales. Así aparece reflejado en un estudio de la patronal europea Unice, que ha calculado en qué momento del año los ingresos de los trabajadores son suficientes para poder cumplir con sus obligaciones fiscales. Según el mismo estudio, la flexibilidad al contratar en España supera a los niveles de EE UU.
La carga fiscal que soportan los ciudadanos es aún mayor en otros países europeos y especialmente para los belgas, dado que sus aportaciones a las arcas públicas llegan hasta 241 días, o para los suecos y los alemanes. En flexibilidad en la contratación, España tiene el récord absoluto y su nivel es muy superior al de Estados Unidos y supone más de dos veces y media el de la Unión Europea. Esas conclusiones corresponden a la patronal europea, Unice, y aparecen en un informe que refleja sensibles diferencias entre las retribuciones que quedan liberadas de impuestos en los distintos países y la parte de ingresos que deben dedicar a Hacienda.
La cifra media para la Unión Europea equivale a 208 días de salario destinados a impuestos, un nivel muy superior a la aportación que deben dedicar los ciudadanos estadounidenses, 138 días, y los japoneses, que se sitúa en 126 días de salario.
Belgas y suecos
El primer lugar lo ocupan los ciudadanos belgas que trabajan para el Estado hasta el 29 de agosto; seguidos de los suecos, hasta el 15 de agosto; los alemanes, hasta el 13 de agosto; y los daneses, hasta el 10 de agosto.
El país que tiene una menor carga fiscal es Suiza, cuyos ciudadanos dedican a impuestos los ingresos que obtienen hasta el 3 de mayo; y es un poco más elevada en Nueva Zelanda, cuyos ciudadanos trabajan para Hacienda hasta el 18 de mayo. En Turquía se trabaja para atender las necesidades de las arcas públicas hasta el 21 de mayo, mientras que los australianos lo hacen hasta el 23 de mayo.
La conclusión de la patronal europea es que "si bien los salarios en Europa financian más servicios públicos que en Estados Unidos, la fiscalidad excesiva restringe las inversiones, limita la libertad de elección personal y aumenta los costes".
En cargas fiscales, España se sitúa en un nivel medio frente a otros países. En cambio en flexibilidad de la contratación temporal ocupa el primer lugar del mundo industrializado, o al menos del analizado por la patronal europea.
Su informe toma como base el cálculo el índice 100 adjudicado a Estados Unidos para comparar la eventualidad de sus trabajadores. España supera ese nivel con creces, hasta llegar a 140, y su flexibilidad en la contratación es más de dos veces superior a la cifra media de la Unión Europea, con un índice 64, y de Japón, 58.
Además de encabezar el ranking, España con el índice 140 está a una distancia abismal del país que ocupa el segundo lugar: Finlandia, con un índice 85.
La relación continúa con Austria (77), Dinamarca, Francia y Holanda (70), Alemania y Suiza (63), Portugal (49), Grecia e Irlanda (42), Islandia (38), Italia y Reino Unido (35), Bélgica (28) y Luxemburgo (14), que figura como el país con menor flexibilidad en la contratación.
El informe de la patronal europea Unice presenta este tipo de contratación como una forma de dar a las empresas "el medio de mejorar los problemas de funcionamiento y de reducir las cargas". Se trata de una fórmula menos utilizada en la Unión Europea que en Estados Unidos, y en relación al empleo total son un 50% más numerosos los empleos temporales en Estados Unidos que en la Unión Europea.
Costes
Según la patronal europea, la principal razón es que en Europa son "más elevados los costes, especialmente los no salariales, del empleo eventual y las reglamentaciones laborales son más estrictas". Unas condiciones que no se dan en España, dado el récord de contratación flexible que existe.
En la jornada laboral, España también supera la media de la Unión Europea. El estudio toma también como base el índice 100 de Estados Unidos, y atribuye a Japón el nivel 96 y a la media de la Unión Europea, el 86.
Ninguno de los países analizados tiene una jornada superior a la de Estados Unidos, y España está en el nivel 92, con una jornada similar a la que se registra en Portugal, Nueva Zelanda y Turquía, algo inferior a la de Irlanda (97), y superior a la Bélgica, Italia, Reino Unido, Francia y Alemania. Los niveles más bajos corresponden a Noruega y Holanda (índice 71).
El estudio también dedica un apartado al nivel de equipamiento de los países y sobre todo de Europa comparado con Estados Unidos. Así, el número de telefónos móviles en Europa por cada 1.000 personas es de 129 aparatos, cuando en Estados Unidos este número se sitúa en los 204. El estudio reconoce que uno de los retos que tiene Europa es apostar por la nuevas tecnologías como lo ha hecho Estados Unidos.
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