El acusado de un homicidio en el Pallars Jussà que fue juzgado dos veces logra una reducción de la condena

La repetición de un juicio por no estar suficientemente argumentado el veredicto del jurado popular ha beneficiado a Ricard Castellà, el vecino de Pessonada (Pallars Jussà) acusado de asesinar a un ciudadano francés afincado en Gerri de la Sal. La Audiencia de Lleida le ha condenado a 10 años de prisión, cinco menos que en la anterior ocasión.La sentencia, hecha pública ayer, declara probado, con arreglo al veredicto de culpabilidad emitido la semana pasada por el segundo jurado, que el 24 de octubre de 1997 Castellà decidió acabar con la vida de Eric Thomas disparándole con una escopeta de caza porque éste había ido a su domicilio, en su finca de Vilanoveta, para exigirle la devolución del importe de un grupo electrógeno que le había comprado porque no funcionaba.

Durante dicho encuentro, Thomas, experto en kárate, más fuerte y más joven, golpeó repetidamente al acusado en diversas partes del cuerpo y le causó lesiones de diversa consideración. Entonces Castellà decidió matarle disparándole con una escopeta cargada con un cartucho de postas, munición utilizada para la caza del jabalí.

Varias de las postas le impactaron en la espalda, las nalgas y un brazo. Una le atravesó el pulmón y dos se alojaron en la primera vértebra dorsal y en la primera vértebra lumbar, además de romperle el brazo. Tales lesiones le hubieran podido causar la muerte a las pocas horas si no era intervenido quirúrgicamente. Thomas cayó al suelo malherido y el acusado, con la misma intención de quitarle la vida, lo remató de un tiro en la cabeza que le causó la muerte instantánea.

El tribunal aprecia las atenuantes de trastorno mental transitorio y considera que el acusado se encontraba en un estado psíquico que disminuía notablemente su conciencia y su voluntad, y que efectuó los disparos en una situación de gran alteración.