NEFROLOGÍA La hipertensión causa hasta un 30% de la insuficiencia renal

El 15% de los europeos sometidos a diálisis por insuficiencia renal (fracaso de la función de los dos riñones) y el 30% de los estadounidenses con el mismo problema han llegado a esta situación por sufrir hipertensión arterial, según han destacado en Madrid expertos de todo el mundo en la 2ª Reunión internacional de hipertensión y riñón, organizada por el servicio de nefrología del hospital Gregorio Marañón."Las razones de la gran diferencia entre Europa y Estados Unidos no están todavía muy claras, aunque se habla de factores étnicos, genéticos y dietéticos. En Estados Unidos hay mucha más obesidad y esta alteración metabólica suele ir a menudo asociada a la hipertensión y también complica este proceso", explicó Fernando Valderrábano, director del encuentro y catedrático de Nefrología de la Universidad Complutense de Madrid.

Según indicó este especialista, la relación entre el riñón y la hipertensión es muy estrecha porque "ciertas alteraciones de la función renal pueden elevar la presión arterial, y también al contrario: cuando aparece hipertensión el riñón es uno de los órganos más afectados".

Más del 20% de la población occidental adulta desarrolla hipertensión y en el 95% de los casos se trata de la llamada hipertensión esencial, cuya causa se desconoce. Los altos porcentajes de insuficiencia renal como consecuencia de la hipertensión sugieren que muchos de los pacientes no están diagnosticados o no están bien tratados.

"Sabemos que aproximadamente la mitad de los hipertensos", dijo Valderrábano, "no cumplen el tratamiento, por lo que no pueden tener bien controlada la enfermedad. La hipertensión es uno de los problemas médicos en los que más incumplimiento terapéutico se observa".

Al menos una vez al año

Para este experto, que advierte que muy frecuentemente la hipertensión se diagnostica de forma casual en un reconocimiento médico o al consultar por cualquier motivo, es fundamental que los adultos se tomen la tensión cada año y "no le quiten importancia cuando, aunque sea una sola vez, las cifras de presión sistólica superen 140, y las de presión diastólica, 90, ya que a partir de estos valores hay que estudiar el proceso por si se confirma el diagnóstico de hipertensión".

Actualmente se considera que las cifras de presión arterial en los pacientes tratados deben reducirse por debajo de 130 y 80 e incluso en algunos pacientes más allá de 125 y 75. La medicación debe completarse con unas medidas higiénico-dietéticas, como son la reducción del consumo de sal, la pérdida de peso cuando hay obesidad o sobrepeso y la práctica regular de ejercicio moderado. De hecho, en algunos casos bastan estas normas para controlar las cifras tensionales.