"El objetivo fundamental para 2000 es que los accidentes de trabajo se reduzcan en un 10%"

Juan Carlos Coto (Portugalete, 1954) médico de profesión, era responsable de la unidad de Salud Laboral del Instituto de Seguridad y Salud Laboral-Osalan hasta que en julio de 1998 le nombraron director general de este organismo. A punto de presentar el primer Plan de Gestión de Osalan, confía en que sirva para reducir "al menos" un 10% de la siniestralidad.Pregunta. En 1999 murieron 120 trabajadores en el País Vasco y 583 resultaron heridos graves. Hasta el 10 de febrero pasado han fallecido nueve. ¿Cómo se va a frenar la escalada?

Respuesta. Son muchos. En valores absolutos, el pasado año tuvimos un incremento de accidentes con baja del 5,31% con respecto a 1998. Pero, en términos relativos, ha disminuido porque hay mayor número de trabajadores. El hecho de que haya un muerto es ya indeseable porque los accidentes de trabajo se pueden prevenir.

P. Tras una muerte laboral siempre se habla de prevención. ¿Qué medidas se toman?

R. Hay medidas individuales y colectivas. Ante un accidente muy grave hay una investigación de Osalan y en razón de las causas se proponen medidas correctoras.

P. Parecen medidas para depués de un accidente. ¿Se comprueba luego si son eficaces?

R. No son del todo eficaces porque algunos accidentes se repiten. No perseguimos todas las recomendaciones dadas, pero vamos a poner en marcha un sistema para ver cómo la empresa ejecuta esa actuación.

P. ¿La precariedad laboral obligará a los trabajadores a aceptar condiciones de mayor inseguridad?

R. Un trabajador en un andamio tiene que estar enganchado con un arnés a un parte fija para no caerse. Ocurre que si tiene que desplazarse, el anclaje a un punto fijo no le permite esta movilidad. Si, además, tiene un ritmo de producción fijo y una organización de trabajo a destajo, no llega a producir lo que le mandan. Entonces, lo más facil es que trabaje desenganchado.

P. ¿Cómo puede resolverse?

R. Con una organización adecuada y un ritmo que prime la seguridad sobre la producción.

P. ¿Qué hace Osalan para que se cumpla?

R. No podemos tener un técnico detrás de cada empresario y cada trabajador. Hay que concienciarles y que Inspección de Trabajo colabore más.

P. Hay empresarios que no están concienciados. ¿Cuántos expedientes y multas han abierto?

R. En 1998, 848 expedientes sobre de seguridad e higiene, y el pasado año fueron 1.088. El aumento en pesetas sancionables es del 60% más en 1999 que el año anterior. Está creciendo el control y la fiscalización de las empresas que incumplen la normativa.

P. ¿Le parece contundente?

R. El Gobierno vasco ha reclamado [al Gobierno de Madrid] las competencias de inspección de trabajo para Osalan, y también queremos crear una inspección integral dedicada a aspectos de seguridad y salud.

P. Los sindicatos nacionalistas han hecho un frente común para controlar a las empresas que no cumplen la normativa en materia de prevención.

R. Creo que los sindicatos deben implicarse en la prevención y no en el control. Su función es sensibilizar a los trabajadores para que adopten medidas.

P. ¿Cómo se relacionan conla Inspección de Trabajo?

R. Hace un mes llegamos a un acuerdo para que pidan la evaluación de riesgos a las empresas que no lo han comunicado. A las que no lo hagan, se le abrirá un expediente por falta leve, con una multa de 50.000 pesetas. Pero, si, además, tienen hecha la evaluación de riesgos, será falta grave y las muy graves pueden llegar a los 100 millones.

P. ¿Se paralizan obras?

R. Osalan tiene dedicados 10 técnicos al sector de la construcción, que recogen las deficiencas que ven y las comunican a la autoridad laboral. Ante un riesgo grave, paralizan la obra.

P. ¿Endurecerán las medidas?

R. Dentro del Plan de Gestión, el objetivo para este año es disminuir, como mínimo, del 10% de la siniestralidad con repecto a 1999. La Inspección de Trabajo actuará con mano dura en aquellas empresas que incumplen; las mutuas de accidente lo harán sobre aquellas empresas asociadas que tienen más de cuatro accidentes de trabajo con bajas leves y más del 50% de la tasa [de accidentes] correspendiente a su sector. Para Osalan, dejaríamos las empresas que, además, han tenido accidentes graves, muy graves y mortales.