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EL JUICIO POR EL 'CASO LASA-ZABALA' Los generales Manglano y Calderón ponen en entredicho la veracidad de los 'papeles del Cesid'

El teniente general Emilio Alonso Manglano, anterior responsable del Cesid, y su actual director, el general Javier Calderón, cuestionaron ayer ante el tribunal que juzga el caso Lasa-Zabala la veracidad de los papeles del Cesid desclasificados por el Tribunal Supremo, dado que los originales fueron destruidos por el ex coronel Juan Alberto Perote y las microfichas en que éste los guardó estuvieron 70 días fuera del centro y pudieron ser manipuladas. El teniente general Manglano afirmó que no sabe nada de lo que ocurrió con los etarras secuestrados y asesinados.

El teniente general Manglano negó que el Cesid hubiera proyectado ninguna acción contra etarras en el sur de Francia y aseguró que "jamás" fue avisado de ninguna acción de este tipo. Manglano dijo que estaba en contra de la guerra sucia y agregó que ése no era un criterio personal sino del centro de inteligencia militar, que siempre fue contrario a las acciones armadas contra etarras.Preguntado sobre la nota de despacho de 28 de septiembre de 1983 sobre el "Asunto Sur de Francia", donde se prevén acciones violentas, el teniente general aseguró que ni la recordaba ni la despachó. Añadió que tampoco vio la denominada "Acta fundacional de los GAL" y que "carece de valor".

Miles de notas

Manglano explicó que de las miles de notas informativas que llegaban al Cesid muchas no servían para nada; otras no eran ciertas, otras inexactas y otras aproximativas: "Muchas veces del manantial de datos sólo quedaban gotas. Sólo los documentos que difundía el Cesid, al Gobierno o a otros países, eran ya documentos del Cesid. Todo lo demás eran papeles de tráfico interno que sólo a veces tenían valor".

El teniente general recordó que el jefe de la agrupación operativa del centro, el ex coronel Juan Alberto Perote, se llevó del Cesid más de 1.200 microfichas de documentos que destruyó, por lo que no pudo certificar que "no hayan sido manipuladas".

Su testimonio coincidió con el del general Calderón, actual responsable del Cesid, quien explicó que en el centro entran unos 200.000 documentos al año y salen menos del 10%, "por lo que no todo lo que entra tiene interés."

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Calderón distinguió entre los "documentos del Cesid" y los que "están en el Cesid". "Sólo tienen valor y son documentos del Cesid los que están contrastados y pueden llevarse al Gobierno. Ciento y pico mil documentos no salen, son papeles que están en el Cesid". El general afirmó que ni él ni nadie puede certificar si los documentos de Perote son auténticos, "desde el momento en que el original ha sido destruido". Añadió que era "difícil, pero no imposible" alterar las microfichas que se llevó.

Calderón calificó de "absolutamente falso" que el testigo protegido 1964-S, que dijo haber sido violado tras declarar contra los procesados, hubiese trabajado nunca para el Cesid, como declaró en el juicio.

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