Hipotecas
Quisiera, a través de su diario, denunciar la durísima ley hipotecaria por la que nos regimos, que puede provocar situaciones de clara injusticia y por la que mi familia se está viendo en una indefensión absoluta.Como usted sabrá, esta ley está siendo revisada en la actualidad, pero hay demasiadas presiones que impiden que se eliminen las inflexibilidades que hoy tiene.
Quizá cuando uno firma una hipoteca sobre su casa no contempla que la letra pequeña dice que el banco puede libremente venderla a un tercero sin que la persona afectada por el cambio pueda hacer nada.
Esta cláusula permite que las entidades bancarias se desprendan de hipotecas y se las vendan a personas que sólo desean la propiedad de la vivienda afectada y evitan a toda costa el cobro de las letras, provocando, fácilmente, la subasta de las casas. Así, aunque el dueño de la casa haya pagado, ante la ausencia de datos en el decanato judicial puede verse en la calle por el cumplimiento rígido de una ley a todas luces injusta.
Ésta es la situación en la que ahora se ve mi familia, que sufrió la venta de su hipoteca por parte del banco a un tercero, que jamás nos dio una cuenta bancaria para pagarle y que -a pesar de que ingresamos el dinero en el decanato judicial- contra toda justicia puso en subasta nuestra casa.
La ley se lo permitió, y nosotros sólo hemos podido presentar un recurso en el que queremos creer que todavía la justicia puede hacerse.
¡Ojalá que, en estos momentos en los que todo se nos promete a los ciudadanos, se contemplen soluciones a leyes tan injustas y se creen cauces de denuncia ante hechos de esta índole para los ciudadanos de a pie, que recurrimos a la prensa como único camino para ser oídos!- .
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