Abdalá II facilita un acuerdo entre Israel y Siria sobre la crisis en Líbano
Tras cuatro días de combates, Siria e Israel han decidido desactivar la crisis de Líbano. El acuerdo ha sido adoptado en el transcurso de una serie de reuniones secretas que representantes de los dos Gobiernos han celebrado durante las últimas horas en Jordania, según se aseguraba ayer en círculos diplomáticos occidentales de Beirut.Los contactos entre los representantes del Gobierno de Tel Aviv y los de Damasco, según estas fuentes, han sido posibles gracias a la mediación del monarca hachemí, Abdalá II, que meses atrás sirvió ya de enlace entre Siria e Israel para acercar posturas y relanzar las negociaciones de paz interrumpidas en 1996.
El soberano de Jordania, que ha cumplido hace pocos días el primer año de reinado, se reunió el pasado domingo en Ammán con el primer ministro israelí, Ehud Barak, quien le solicitó su ayuda para relanzar el proceso de paz, que se encuentra bloqueado tanto con los palestinos como con los sirios.
El principio de acuerdo entre Siria e Israel para frenar la escalada militar en Líbano posibilitó ayer por la mañana que las autoridades de Tel Aviv anularan el estado de emergencia decretado hace dos días en las poblaciones fronterizas del norte del país, permitiendo a cerca de 300.000 vecinos abandonar los refugios, en los que han permanecido durante 72 horas, y reabrir escuelas, comercios y centros oficiales.
El silencio de Hezbolá
La existencia de este acuerdo ha maniatado temporalmente a la guerrilla islamista de Hezbolá, que, contra todo pronóstico, no ha atacado con misiles Katiusha las poblaciones de la región de Galilea, como ha sido habitual en estas confrontaciones, aunque un portavoz de Hezbolá insistía ayer en que la guerrilla islamista "se reserva el derecho de contestar en el momento y en el lugar oportuno" a los bombardeos israelíes de los últimos días.
A pesar de este pacto inicial, los aviones israelíes volvieron ayer a sobrevolar y bombardear posiciones militares de Hezbolá en el sur de Líbano, mientras la guerrilla fundamentalista de Amal, cercana a Damasco, realizaba una emboscada contra una patrulla militar israelí, de la que se desconocen los resultados.
La decisión de reducir a mínimos la tensión militar y volver a la situación anterior intentará ser refrendada oficialmente por los representantes de Siria, Líbano e Israel en el transcurso de la reunión del Comité Internacional de Vigilancia del Alto el Fuego, que se celebrará en el cuartel general de las Naciones Unidas en Najura, en la franja ocupada del sur de Líbano. A la reunión asistirán también representantes de EEUU y Francia, árbitros internacionales en el comité.
El Comité de Vigilancia del Alto el Fuego, establecido en 1996, constituye el único punto oficial de encuentro entre los tres países beligerantes, aunque su eficacia ha sido puesta en entredicho en los últimos días en Israel
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