Los primeros datos de las elecciones en Gibraltar dan amplia ventaja a Caruana

El primer ministro saliente y líder de los conservadores, Peter Caruana, ha vencido por amplio margen en las elecciones celebradas ayer en Gibraltar por delante del candidato laborista, Joe Bossano, según un sondeo realizado a la salida de las urnas por la televisión local. Según la consulta, Caruana obtendría un 60,73% de los votos, frente al 38,55% de la alianza formada por el Partido Socialista de Gibraltar y el Liberal. Los gilbraltareños acudieron ayer a las urnas para elegir su Gobierno con dos preocupaciones principales: mantener su nivel de autonomía financiera, empleo y asistencia social y buscar un nuevo pacto con el Reino Unido. La participación fue del 80,8%.

La reclamación española de soberanía no era un tema importante, salvo para un candidato Peter Cumming, que no se esperaba que sumase más de 300 votos de los 18.621 electores. Los programas del ministro principal saliente, Peter Caruana, y de su rival Joe Bossano se diferencian poco. Todos quieren acomodo en el seno de la Unión Europea, que el Peñón se convierta en un territorio casi independiente de Londres y que desaparezca la forntera con España.Los 11 colegios electorales permanecieron ayer abiertos entre las 9.00 y las 22.00 horas para recoger los votos que elegirán a los 15 miembros de la Asamblea, que se reparten siempre de la misma forma: ocho para el partido ganador y siete para el perdedor. Estaba previsto que los resultados definitivos no se conocieran hasta bien entrada la madrugada de hoy. La campaña se cerró con un debate entre los dos principales candidatos, el conservador Caruana y el laborista Bossano, que se centró en la economía y la asistencia social.

Bossano, que presentó, "más que un programa, una carta a los Reyes Magos", en expresión de un llanito partidario de Caruana, se jugaba su futuro. De perder, comenzará la operación de su relevo. Tal vez el hombre en la sombra sea Peter Cecil Motegriffo, que se retiró recientemente de las listas del Partido Socialdemócrata, el de Caruana, pese a gozar de amplio prestigio y haber conseguido en las últimas elecciones más votos que su líder. Caruana ha declarado que nadie en su formación comparte las tesis de Montegriffo de que debe prestarse mayor atención a "la dimensión española". Como recogía ayer el diario Gibraltar Chronicle, Caruana opina que Montegrif-fo no les abandonó por que fueran demasiado blandos con España, sino por "no ser suficientemente blandos".

Propuesta original

La propuesta más original ha sido la de Peter Cumming, que ha defendido que Gibraltar se convierta en un territorio libre asociado al Reino Unido y España. Ambos Estados se convertirían en garantes de la libertad del territorio, cuya soberanía residiría en sus ciudadanos y en su Parlamento. Una forma de marginar el aparentemente insoluble problema y convertir el Peñón en una especie de ciudad libre, sin llegar a ser un Estado independiente.

Pero, aunque "la dimensión española" de estas elecciones sea escasa, todo apunta a que, una vez que se elijan la nueva Asamblea y el nuevo Gobierno, se acelerarán las negociaciones diplomáticas en un triple frente. En el plano gibraltareño, el Comité Constitucional, integrado por los dos partidos, prepará su informe de reforma del texto supremo, de 1969, para negociarlo antes de fin de año con Londres. Los gibraltareños quieren un estatuto similar al de la isla de Man.

En el plano hispano-británico, España mantiene que todo cambio estatutario en la soberanía de Gibraltar supondría una violación del tratado de Utrecht. Por su parte, el Reino Unido afirma ser receptivo a la voluntad de los gibraltareños, aunque reconoce que España tiene algo que decir en el caso.

El tercer frente es el europeo. En él se negocia, entre otros puntos, el ingreso del Reino Unido en el acuerdo de Schengen sobre fronteras comunes y libre circulación de ciudadanos, que tiene claras repercusiones en Gibraltar.