IU explica a sus candidatos cómo responder sobre los GAL o la corrupción

Izquierda Unida afronta, dados sus nuevos socios, los socialistas, nuevas servidumbres. Una de ellas es la de tener que contestar a preguntas relacionadas con los GAL o la corrupción. Sus dirigentes son conscientes de que, conforme avance la campaña electoral, la dureza de las cuestiones que se planteen a sus candidatos en las ruedas de prensa irá en aumento."¿Cómo es posible que IU acepte pactar con un partido implicado en la guerra sucia [contra ETA] y la corrupción?", es uno de los interrogantes que se les podrían presentar. Y así está recogido en un documento elaborado por la dirección para facilitar a todos sus hombres públicos las respuestas más adecuadas y coherentes.

Las recomendaciones son claras. La contestación a esa cuestión sería: "El pasado del PSOE continúa siendo parte de su historia reciente. De él tendrá que responder ante la justicia y ante los ciudadanos y [las] ciudadanas. No seremos nosotros quienes lo impidamos".

Pero, una vez dejado claro que IU ni olvida ni perdona, el candidato también deberá resaltar que esas acciones cometidas por anteriores Gobiernos socialistas pertenecen al pasado y no deben impedir que uno conjunto del PSOE e IU aplique políticas de izquierda en interés de los ciudadanos.

Otra manera de atacar el pacto a través de una pregunta y tratar de poner contra las cuerdas a los dirigentes de IU sería la de acusarles de haberse acercado al PSOE sólo por su "desesperada" situación económica y sus malas expectativas electorales.

La respuesta se debería basar en la transparencia de IU a la hora de explicar sus finanzas y en reconocer sus fracasos electorales. Acto seguido, el candidato contestaría que ninguna de esas cuestiones ha influido y que el acuerdo se ha logrado porque el PSOE ha aceptado afrontar un debate programático "de igual a igual".

La OTAN y las ETT

Otra de las preguntas hechas con saña, según el documento, sería la de sostener que la federación de izquierdas, al pactar con el PSOE, ha renunciado a defender cuestiones tan emblemáticas como la salida de España de la OTAN o reservar el 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB) para la ayuda a la cooperación o la abolición de las empresas de trabajo temporal (ETT).

La respuesta, ya sugerida por el cabeza de lista de la coalición, Francisco Frutos, en estos días, debería ser que IU no ha renunciado a defender ninguna de esas cuestiones. Simplemente, ha sido incapaz de convencer al PSOE para que las apoye, por lo que no figuran en esos términos en el pacto. "En la medida en que IU tenga más fuerza y apoyo tras las elecciones del 12 de marzo, estará en condiciones de hacer más defendibles sus propuestas", tendría que añadir el candidato para, de paso, pedir el voto para la coalición.