Los secuestradores del avión afgano liberan a ocho pasajeros en medio de las negociaciones
Los secuestradores del avión afgano retenido en el aeropuerto londinense de Stansted pusieron ayer en libertad a ocho rehenes, mientras que la policía británica mantiene abiertas las negociaciones. Los ocho rehenes son tres hombres, tres mujeres y dos niños, de los que un varón de 26 años, una joven de 17 y dos pequeños pertenecen a la misma familia, informó un portavoz policial. Comandos de las fuerzas especiales del Ejército británico (SAS) rodean de forma preventiva el Boeing 727 de las líneas aéreas afganas Ariana, en cuyo interior permanecen aún 157 personas.
Los rehenes que permanecen a bordo se encuentran en buenas condiciones y no han sido maltratados, según indicaron los liberados a la policía. Los captores -seis hombres armados- han solicitado que se les proporcionen alimentos, agua, medicinas y se limpien las instalaciones del avión, algo que ya se ha realizado, dijo el portavoz de la policía John Broughton.Hasta el momento no existe constancia, agregó, de que los secuestradores reclamen la liberación del líder de la oposición Ismaíl Jan, encarcelado en Afganistán desde la llegada al poder de los talibán, en 1997. Las negociaciones con un equipo de agentes especialmente entrenado para este tipo de situaciones se desarrollan en inglés, a través de la torre de control.
"Las negociaciones continúan, y mientras se sigan desarrollando permanece la esperanza de llegar a una solución pacífica", afirmó el portavoz, que subrayó que la principal preocupación de los agentes es "garantizar la seguridad de los pasajeros". Los liberados de ayer se suman a los otros 22 que recobraron su libertad desde que el avión fuera secuestrado a primeras horas de la mañana del domingo, durante su ruta entre la capital de Afganistán, Kabul, y Mazar-e-Sharif.
Viaje por cuatro países
El aparato, un Boeing 727, aterrizó en Stansted poco después de las dos de la madrugada del lunes. Una vez que fue desviado de su ruta en el interior de Afganistán, el avión efectuó tres aterrizajes en diferentes aeropuertos antes de llegar al británico, a 70 kilómetros al norte de Londres. Primero repostó en Tashkent, la capital de Uzbekistán, donde los secuestradores autorizaron la liberación de 10 pasajeros. Tras permanecer cuatro horas en ese aeropuerto, el Boeing partió con destino a Aktiúbinsk, en Kazajistán, donde tres rehenes recobraron la libertad. El avión partió hacia Moscú, en cuyo aeropuerto de Sheremétievo aterrizó en la tarde del domingo. En la capital rusa, los secuestradores soltaron a nueve pasajeros más antes de volar hacia el Reino Unido. El avión se encuentra aparcado en la zona norte de Stansted, alejado de la terminal, rodeado por vehículos de la policía.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores británico indicó que diplomáticos del Reino Unido se han puesto en contacto con una serie de Gobiernos, entre ellos el ruso, desde que comenzó la crisis. El Reino Unido mantiene canales de comunicación, a través de la Embajada británica en Islamabad, con el régimen de los talibán en Afganistán, aunque la posición oficial de Londres es que no reconoce ningún Gobierno en ese país. Las autoridades del aeropuerto de Stansted, que en un primer momento quedó cerrado al tráfico aéreo, indicaron que en las últimas horas la normalidad ha quedado restablecida: el 90% de los vuelos ya es operativo.
El tercer aeropuerto del Reino Unido -tras Heathrow y Gatwick-, Stansted, está acostumbrado a situaciones difíciles. El último incidente de esta naturaleza ocurrió en agosto de 1996, cuando se produjo el secuestro de un avión sudanés por parte de un grupo de iraquíes que reclamaron asilo político en el Reino Unido.
Stansted es el aeropuerto mejor preparado para atender este tipo de emergencias, debido a que los aviones secuestrados pueden mantenerse a una cierta distancia del tráfico comercial mientras los agentes de turno negocian con los terroristas.
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