Un centenar de mujeres abuchea a Macias en una inauguración oficial

La protesta en Riba-roja nace del malestar en la población por el tratamiento que recibe de las distintas administraciones en lo que a infraestructuras viarias se refiere. Ya en agosto de 1997, la población asistió estupefacta a la inauguración de un imponente y moderno puente sobre el río Ebro que, dos años más tarde, continúa sin tener utilidad alguna, puesto que la citada infraestructura va a morir a caminos rurales sin tráfico alguno.El puente costó 800 millones de pesetas. La vía debía unir las localidades de Tarragona de la orilla derecha del río con las poblaciones de las provincia de Lleida y Aragón situadas en la orilla izquierda del Ebro. Por el momento el puente está siendo utilizado por algunos -pocos- payeses para ir a sus fincas de la orilla izquierda, pese a que la infraestructura figura como una obra necesaria en caso de emergencias nucleares, ya que debe comunicar Riba-roja y Flix con la población leridana de Maials a través de Almatret, porque en el primer pueblo es donde estarían ubicadas las duchas de descontaminación en caso de escape nuclear en alguna de las dos centrales atómicas de Ascó.

A estos hechos se suma además la voluntad de la Generalitat de hacer suya la obra cuando ésta está cofinanciada con fondos estatales. A Macias ayer no le acompañaba ningún representante del Estado.

La manifestación de ayer, que llegó a impedir incluso que Macias pronunciara su discurso, al ser acallado por el ruido de las mujeres, sirvió para que el consejero se comprometiera a presentar el calendario de ejecución de la carretera la semana próxima a los alcaldes de las poblaciones afectadas.

Riba-roja se ha quejado reiteradamente de la idea de las administraciones de realizar la infraestructura por fases y no de golpe. El alcalde de la poblacón, el socialista José Luis Aparicio, explicó que en el momento en que reciba el plan de la obra convocará una asamblea informativa para poner al corriente a la población.